2. Oscuros: El poder del olvido

15. Aléjate de mí

 

 

 

 

 

Las jóvenes ángeles se miraban fijamente sin comprender lo que estaba sucediendo, les parecía algo asqueroso, pero ya estaban completamente acostumbradas a cosas mucho más peores. Los ángeles cuando se enferman son como niñitas, mucho más los hombres. Solo que la joven Tess parecía seguir empeorando y aquello no era nada bueno y menos ahora que Camille no podía ayudar a la enfermera, ya que tenía que hacer reposo, descansar un poco para reponer fuerzas.

Jane se volvió a recostar en tan solo unos pocos minutos luego de la situación anterior, como si no tuviera noción de lo sucedido anteriormente. Aquello les pareció bastante extraño a las damas, se observaron sin comprender, sin saber qué decir o hacer para que las cosas mejoren o por lo menos cambien un poco para el propio bien de la joven Tessa y el de Jane, que en este momento se llevaba la peor parte de la situación; al menos eso pensaba Camille, aunque también le preocupaba lo que le estaría sucediendo a Theresa, su mejor amiga y hermana del joven ángel que siempre le había gustado, pero lamentablemente Tood jamás se había fijado en Camille, al menos no de la manera que ella quería y deseaba.

—¿Qué está pasando? —Preguntó la joven enfermera sin saber realmente lo que estaba sucediendo, mucho menos que la joven frente a ella era un demonio y se estaba muriendo lentamente—. ¿Cómo es posible? Según los estudios que le acabo de hacer, ella debería estar bien y con los otros ángeles, en una pequeña misión que Gabriel ha encomendado. —La enfermera le comentaba a Camille con un tono de voz bastante agobiante.

La joven rubia de ojos verdes esmeralda se levantó con cuidado de la cama para ayudar a limpiar la sangre que se encontraba en el suelo, ambas soltaron las escobas al notar que la sangre que estaba en el suelo había hecho una gran runa demoníaca en este. La runa roja tenía una forma alargada, con dos puntas en el medio y al final había una estrella demoníaca. Ellas no tenían ni la menor idea de lo que aquella runa significa, tampoco tenían que poseer aquella información oscura, no era algo que los ángeles debían saber. Camille negó con la cabeza y caminó hacia la puerta, giró para ver a la enfermera y sonrió de manera ladina.

—Iré a la biblioteca, hay un pequeño libro que nos podría ayudar con estas cosas extrañas —dijo, ahora si, saliendo por la puerta con el ceño fruncido.

Al dar unos pocos pasos debía doblar en una esquina, al hacerlo sintió como su cuerpo chocó contra el de otra persona y alzó su mirada hacia los ojos de color miel de Tood. Ella sonrió levemente mirándolo y se alejó un poco de su cuerpo para mantener la distancia entre ambos.

—Lo siento mucho, ¿fuiste por Alex? —preguntó ella mirándolo ahora con una pequeña mirada fría.

Ella sabía con claridad que ellos se llevaban mal y aquello podría causar muchos problemas, pero Alex era el hermano de Camille y ella se preocuparía hasta que no lo vea durmiendo en su habitación o leyendo un libro sobre runas, lo cual la hizo recordar lo que estaba buscando.

—Debo ir a la biblioteca, por cierto... Muchas gracias por salvarme y por favor ve por mi hermano. —Dijo ella y se acercó a Tood para tomarlo de los hombros y ponerse en puntas de pie para lograr llegar hacia la mejilla del joven ángel y dejar un beso cálido en aquella zona.

—Por supuesto. —Murmuró él luego de que ella se alejará.

La observó sin descaro alguno. No le importaba la mirada de los otros ángeles, le resultaba muy divertido.

Camille siguió con su camino, abrió la puerta de la biblioteca y comenzó a buscar exactamente el libro que la ayudaría. No lo lograba encontrar hasta que lo vio en una de las estanterías más altas, su ceño se frunció inmediatamente y negó luego comenzó a correr con rapidez hacia donde se encontraba Tood con la esperanza de que aún siguiera allí, por suerte así fue, Tood se encontraba allí sosteniendo la mejilla que ella le había basado.

—¡Tood! —Exclamó Camille y se acercó rápidamente, tomó con fuerza la muñeca de él y comenzó a correr hacia la biblioteca, él no hizo ningún comentario aunque tenía demasiadas preguntas.

—¿Me alcanzas ese libro? —Preguntó ella soltando a Tood y señalando el libro que ella deseaba.

Él asintió y tomó el libro con facilidad para luego ponerlo detrás de su cuerpo; claramente algo se estaba tramando dentro de aquella cabezota que él poseía. El libro seguía justo en su espalda y la miró a los ojos con una pequeña sonrisa pícara en sus labios. Cami alzó ambas cejas mirando la situación y se acercó para quitarle el libro, pero no lo logró.

—No tengo tiempo para juegos, dame el libro. —Ordenó ella.

Tood asintió.

—Bien. Tómalo, pero antes quiero un beso. —Él le dio su condición.

Ella soltó una carcajada ante el pedido de él y lo miró fijamente a los ojos. Su ceño se frunció y negó tan solo una vez.

—No...

Tood alzó ambas cejas y negó.

—Tan solo un beso.

—Okay. —Susurró ella.

Camille se acercó a él y se puso en puntas de pie para lograr llegar a él, Tood cerró sus ojos y esperó pacientemente. Su ceño se frunció inmediatamente al sentir los labios de Camille sobre su frente, negó con la cabeza y abrió sus ojos.

—Bésame, en los labios, cami. —Dijo él.

Camille se alejó y negó con la cabeza.

—Dame el libro, Tood.

—Bésame, y te lo doy.

Cami simplemente bajó la mirada hacia el suelo y negó con la cabeza. Ella nunca antes había besado a alguien y esperaba que su primer beso soñado fuera con una persona que ella quiera y sienta que debería besar, nunca en su vida había pasado que así sería su primer beso. Un beso que era obligatorio para conseguir lo que ella necesitaba, no podía decirle eso a él o simplemente la vería como una pequeña niña y Camille no quería eso.

—¿Qué sucede? —preguntó Tood.

Él se acercó a ella y levantó su rostro, en ese momento se dio cuenta enseguida que ella jamás había besado a alguien y aquello produce que Tood deseará aún más ser dueño de ese primer beso de Camille. Él observó con atención los labios rosados, delicados y carnosos de la joven Cami; esos bellos labios competían a la perfección con sus ojos color esmeralda.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.