Capitulo Dos: Recuerdos Fallidos

DALEK MORRIS.

Guardo el mapa en mi bolsillo y me preparo para empezar a correr de nuevo.
 

Tengo que escapar.

Tengo que llegar a la casa.

No tengo que dejar que me atrapen.

Esa señora se esforzó mucho para ayudarme, lo mínimo que puedo hacer es lograr que no me atrapen.

Corro y solo corro, no paro hasta que veo que se hace de noche, el viento se hace mas fuerte y un escalofrió me recorre el cuerpo.

Me detengo y empiezo a caminar despacio observando todo a mi alrededor o al menos lo que logro ver por culpa de la neblina.

Freno enfrente de un local de ropa abandonado, como todo en esta ciudad.

Entro a la tienda para buscar algún abrigo y u lugar para dormir al menos esta noche.

Agarro lo primero que veo que es de mi talla, me lo pongo y camino adentrándome al local.

Recojo un poco de ropa para usarlo como almohada y me acuesto en un rincón un poco alejado de la puerta.

Miro al techo inmerso en mis pensamientos hasta que logro dormirme.

 

(...)

 

- Basta Isaac. -Le hablo a un nene de unos cinco años de edad.

El pequeño tira de mi remera.

- ¡Isaac basta! -Le grito logrando que un puchero se forme en los labios del menor.

- No tengo tiempo para jugar Isaac, busca a Lance el seguro quiera jugar con vos. -Le digo para que no se ponga mal.

- Esta bien. -Una sonrisa aparece en el rostro del pequeño y dando saltitos sale de lo que parece el comedor dejándome solo estudiando.

 

(...)

 

- Ya 18 años, estas viejo hermano. -Le sacudo el pelo a un chico de unos cinco años menos que yo.

Nos encontramos en una casa enorme blanca, que deduzco que es nuestra casa.

- Tenes 23... acá el viejo sos vos. -Se ríe quitando mi mano de su cabeza.

Se acomoda el pelo frustrado.

- Sos tan vanidoso. -Hablo mirándolo atento.

- No soy vanidoso solo no me gusta que me toquen el pelo. -Me mira frunciendo el ceño enojado.

Me da tanta gracia que se enoje tanto solo por eso.

- Feliz cumpleaños Lance. -Lo felicito con una sonrisa en mi rostro.

- Gracias Dalek. -Me agradece sonriendo igual que yo.

Lo atraigo a mi del brazo y lo rodeo con mis brazos bien fuerte como si fuera la ultima vez, como si supiera que semanas después su ex novia loca nos fuera a secuestrar.

 

(...)

 

Me levanto del suelo sudando frio.

Me seco el rostro con la remera.

Trato de recordar, pero no logro acordarme lo que soñé, pero debió ser algo muy fuerte como para despertarme así a mitad de la noche.

Me recuesto de nuevo en el suelo.

Miro al techo.

¿Podre vivir escapando toda mi vida?

¿En algún momento dejare de escapar?

Podre vivir una vida normal en algún momento.

¿Podre descansar en paz aunque sea por un segundo?

La verdad es que no tengo la respuesta a ninguna de estas respuestas, pero si se que no voy a parar hasta lograr que todo esto acabe de una vez.

Escapare lo que tenga que escapar hasta poder encontrar mi final feliz.

No puedo rendirme ahora.

Parpadeo del cansancio.

Cuando me doy cuenta ya logre quedarme dormido de nuevo.

Solo espero esta vez no tener pesadillas.