20 Días en Linea.

Cap. 1: Destino.

¿Qué es el destino? …. Dicen que cada persona se encuentra atada a un listón el cual definirá su futuro con el fin de que cada alma siempre encuentre su camino, este pequeño listón está atado justo en el meñique de la mano izquierda la cual se conecta al corazón por medio de la arteria ulnar. Existe una leyenda japonesa que solía contar mi abuela cuando era pequeña, por alguna extraña razón la recordé mientras esperaba el autobús con destino a la ciudad de México.

<< “Hace mucho tiempo, un emperador se enteró de que en una de las provincias de su reino vivía una bruja muy poderosa que tenía la capacidad de poder ver el “hilo rojo del destino” y la mandó traer ante su presencia. Cuando la bruja llegó, el emperador le ordenó que buscara el otro extremo del hilo que llevaba atado al meñique y lo llevara ante la que sería su esposa; la bruja accedió a esta petición y comenzó a seguir y seguir el hilo. Esta búsqueda los llevo hasta un mercado en donde una pobre campesina con un bebé en los brazos ofrecía sus productos; Al llegar hasta donde estaba esta campesina, se detuvo frente a ella y la invitó a ponerse de pie e hizo que el joven emperador se acercara y le dijo: “Aquí termina tu hilo”, pero al escuchar esto, el emperador enfureció creyendo que era una burla de la bruja  Así que empujó a la campesina que aún llevaba a su pequeña hija en los brazos y la hizo caer haciendo que la bebé se hiciera una gran herida en la frente. Luego ordenó a sus guardias que detuvieran a la bruja y le cortaran la cabeza.

Muchos años después, llegó el momento en que este emperador debía casarse y su corte le recomendó que lo mejor fuera que desposara a la hija de un general muy poderoso, el emperador aceptó esta decisión y comenzaron todos los preparativos para esperar a quien sería después la elegida como esposa del gran emperador. Llegó el día de la boda, pero sobre todo había llegado el momento de ver por primera vez la cara de su esposa, ella entró al templo con un hermoso vestido y un velo que la cubría totalmente su rostro. Al levantarle el velo vio por primera vez que este hermoso rostro tenía una cicatriz muy peculiar en la frente. Era la cicatriz que él mismo había provocado al rechazar su propio destino años antes. Un destino que la bruja lo había puesto frente suyo y que decidió descreer.”>>

Era una mañana fría ¡y con mayor razón! Eran las 7:00 am. mi trasporte saldría justo a las 8:00 am. Una hora esperando ¡qué ironía! Pero era mejor esperar que quedarme en cama pensando en ¿Por qué escucho esa leyenda dentro de mi cabeza? Digo, la había escuchado todas las noches ya que mi abuela solía contarla y era mi favorita … pero ultima mente a estado molestándome entre sueños ese cuento ¿Por qué no me deja dormir? Me voy a la cama muy tranquila, pero despierto de la nada en la madrugada mientras repito la palabra “Destino”. Es algo extraño, pero para distraerme y no pensar en eso decidí llevar conmigo un pequeño libro de escritores famosos con frases las cuales me encantaba leer; sentada tome mi mochila, saque mi libro y para no repetir las mismas frases decidí abanicar mi libro y con mi dedo separar las hojas al azar. Mientras abanicaba el libro note que un anciano se sentó a lado mío, no le tome importancia, pero su presencia me distrajo un poco, volví a abanicar el libro cuando de pronto escuche…

<< Detente ahí >> con una voz sibilante, muy baja, algo ronca, en un tono un poco enfermo.

<< ¿aquí?>> lo pregunte frunciendo el ceño mientras dirigía mi vista a aquel senil sentado a mi derecha

-Sí, justo ahí... sí, ahora lee lo que dice. - el miraba al horizonte, a la nada, me intrigo, pero a la vez me dio miedo así que dirigí mi vista a mi libro y estaba un fragmento del escritor Paulo Coello el cual decía: “A lo largo de la vida existen dos amores, el primero es aquel con el que te casas y vives para siempre, el padre o madre de tus hijos, ese amor con el cual consigues la compenetración máxima para estar con él toda la vida. El segundo amor es aquel que siempre perderás, aquel con el que naces tan conectado que ni la fuerza de la química escapan a la razón y les impiden alcanzar un final feliz, hasta que cierto día dejaran de intentar y se rendirán para buscar a esa otra persona que acabaran encontrando, pero, si algo es seguro… es que no pasara ni una sola noche sin necesitar otro beso suyo o discutir una vez más. Esa persona es aquella que se te vino a la mente al escuchar o leer estas palabras, tal vez te libres de esas personas, pero, no pasara mucho tiempo para que desees volver a estar con ella o el.”

Por un momento me quede callada, pensativa y juro que mi mente estaba en blanco, no sabía que estaba pasando.

- ¿Te recuerda a algo? -­ pregunto aquel senil mientras despegaba su vista de la nada y la dirija hacia mí.

<< si...>> respondí con labios temblorosos mientras que mi mirada estaba perdida << me recuerda a mi abuela>> suspiro y con un gesto me respondió

– Sé que eso va más allá que de un simple recuerdo familiar… no te límites. – se levantó de su asiento y se marchó, lo mire hasta que mis ojos lo perdieron entre la gente del andén. En la intriga me perdí entre pensamientos y miles de preguntas cuando escuché:

Altavoz: - “pasajeros con destino a ciudad de México favor de abordar al autobús 235… gracias”

Tomé mis cosas y me dirigí al autobús pensando ahora en las palabras que aquel hombre me había dicho aquel día… si me peguntan, jamás volví a ver al sujeto.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.