20 Días en Linea.

Capítulo 2: El encuentro.

Volverlo a ver al parecer no fue tan fácil, huir del lugar y recordar aquellos momentos fueron de gran impacto. El regreso desesperado a casa era un martirio… ¿será que no lo he olvidado? ¿Por qué actuó de esa forma?  ¿cómo es que sabía que estaba yo ahí? Mi cabeza estaba llena de preguntas mientras mi vista estaba perdida en una taza de té vacía. No pude dormir esa noche, fue un martirio estar pasando esa escena de encuentro una y otra vez… como si fuese la primera vez que lo vi.

Podría decir que al principio no quería darme cuenta de que el cariño que sentí por él se estaba transformando en amor muy raídamente, no quería hacer caso de que probablemente fuese amor. Seguían pasando los días y con mayor razón quería yo verlo para conocer esa persona que se escondía por ahora solo detrás de una pantalla. Pasaba horas pensando en cómo puede una persona enamorarse tan rápido de otra sin siquiera ver su rostro, sentir sus manos, poder escuchar los latidos de su corazón; a veces me preguntaba si la distancia ¿era un problema del cual debía tal vez preocuparme? La inseguridad me comía poco a poco, pero al mirar sus mensajes suspiraba y me sentía tan bien, tan en calma, tan llena de cariño.

Gabriel. - Mensaje de texto: - ¿oye? Mira esto.

. - muéstrame…-

Gabriel envió una foto de la palma de su mano con la fase “TE AMO” escrita en chino, al principio creí que solo copiaba una imagen que con anterioridad le mostré ya que escribí en mi brazo, lo miso, pero en el idioma japonés.

. - ¿Te gusta?

- Si, ¡me gustó mucho! está muy bien elaborado, vaya que eres muy detallista con ese tipo de letra. - lo dije en un tono sorprendido.

- bueno… que puedo decir… no es algo que sepa muy bien del todo, pero lo busque en el traductor XD JAJA – podía sentir su expresión de nerviosismo y felicidad, aunque no estuviese físicamente conmigo.

.- JAJA ¡eres todo un caso!- con una sonrisa en el rostro.

Realmente esas fotos en lo personal fueron muy significativas, era una pequeña imagen que veía una y otra vez sin cansarme.

Al día siguiente sonó mi dispositivo con una notificación de mensaje, no la revise por que definitivamente estaba algo cansada, ni siquiera supe a qué hora el sueño me venció, quité las cobijas de en sima mío, me dirigí a la cocina, coloque agua para mi café, prepare el desayuno y me senté a comer. El teléfono volvió a sonar minutos después, el departamento donde me encontraba era pequeño así que me dirigí a la habitación de ha lado y tomé mi teléfono para ver quien mandaba mensajes con tanta insistencia.

 

Mensaje de texto (3) – Roberto:

 -hola bonita.  

- ¿Cómo estás? -

 - ¿te gustaría salir a comer?

-Salir a comer…- lo pensé por un momento y recordé cuando Gabriel solía preguntarme cuando seria el día que podríamos vernos o salir, si iríamos a comer, pero… ¿Por qué diablos lo seguía recordando? Me daba coraje tenerlo en mi mente de nuevo, digo, solo lo vi y lo escuche, pero… solo eso, no genero ni movió nada en mí… o por lo menos eso era lo que quería pensar. Evidentemente no respondí el mensaje, solo lo dejé pasar; en algún momento los mensajes de texto dejaron de ser poco importantes para mí, era eso o simplemente las personas con las que salían no me inspiraban o generaban tanto interés como lo era con Gabriel, cada mensaje de él era único. Recuerdo bien los días del mes de agosto y en aquel momento quería llegar a casa muy rápido debido a que había agotado completamente mi saldo telefónico y pensaba en que Gabriel tal vez estaría preocupado por no seguir hablando con él durante el resto del día… como recuerdo llegar rápido y conectar mi teléfono al WIFI y de inmediato abrir mi cuenta, sin pensarlo sus mensajes ya adornaban mi buzón de entrada.

Gabriel: - Hola, ¡Buenos días!  - Hola… espero te encuentres bien, sabes te extraño y no sé por qué… perdona, pero tenía que decírtelo-.   - Espero llegaras con bien a casa…-

Durante el día, pude notar que me sentía extraña… como si algo me faltara… sentía que necesitaba saber de el para estar bien pero no podía diferenciar entre si eso estaba bien o estaba mal, solo sabía que quería que las clases terminaran pronto y pudiera yo llegar a casa para hablar con él.

. - Hola… perdóname, agote mis datos y no pude comunicarme contigo… sabes algo… también te extrae todo el día. -

Gabriel. - ¿En verdad? No te preocupes, yo entiendo a veces me pasa lo mismo, pero, bueno… me alegra saber que estas en casa y que estas bien. Por cierto…. Coloquemos apodos en la conversación ¿Qué dices?

. - ¡Me parece excelente!

Gabriel. - ¿Cómo te gustaría? …. Alondra de Hilario suena bien JAJA.

. - JAJAJA bueno, pero si tus pones Hilario de Alondra ¿OK?

Realmente nunca había puesto algo así, pero se me hizo tan lindo verlo y leerlo… realmente fue algo que por pequeño o insignificante que parezca lleno de alegría mi corazón. Esa misma noche recibí una llamada suya y como todas las llamadas duraban horas…ese día mi corazón latía con tanta fuerza que me hacía sentir realmente tan feliz y llena de emoción. Justo dieron las 12am y fue en ese momento en el que escuche decir.




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