Ojos mieles que atraviesan con simpleza
Los corazones rojos como cerezas
Miedo al hambre de mi corazón y de la manera que late con fervor que me acerca al calor de tu piel, embriagado
Esa dulce tibieza de tu cuerpo al caminar me hace a mi pensar lo afortunado que soy al verte pasar
Mas la fría soledad de mi alma se ve pausada por tu pureza perfumada
Recorro tu cuerpo como un hechizado
Tu vientre plaza soleada
Tus pechos dos campanas de iglesia donde se confiesan los más oscuros pecados de mi mente maldita
Voy por tus ojos como por donde el agua en los manantiales más extensos.