2:20 A.M Susurros De La Eternidad

La Respuesta

El sudor corría por su cuello, su espalda, su pecho, abrió los ojos lentamente, tomo el móvil y miró el reloj, no necesitaba ver la hora porque ya la sabía, las 2:20 a.m. se quedó mirando el techo por un largo tiempo, tratando de recordar lo que acababa de soñar y las imágenes comenzaron a fluir de manera clara; un libro, un libro tapa negra, un libro antiguo que estaba en su biblioteca desde hace muchos años, no sabe quién se lo regaló o dónde lo encontró, de lo que está segura es que no lo compró, un libro escrito en otro idioma “Arameo” el cual se formó hace unos tres mil años y que aún en algunos lugares se usa, cuenta la historia que en esa lengua se escribieron los libros sagrados.

“ESPLENDOR” es el nombre del texto que se encuentra en el librero, guardado como una reliquia, dicen que quien lo posee trae a la vida “poder, protección y plenitud” .

Ella sabía que aquel tesoro estaba allí y era consciente de su poder, es solo que ya no le daba la importancia que le dio en el principio, ha pasado tanto tiempo y tantas cosas desde entonces. La última vez que repasó sus hojas sin leer o entender lo que decían las páginas, estuvo teniendo pesadillas con espíritus oscuros que venían por ella, decidió dejarlo allí y no abrir una puerta que quizás no iba a poder cerrar.

Nuestra alma ha vuelto una y otra vez a este mundo en distintos cuerpos, en distintas épocas, con diferentes destinos, por lo tanto no necesitaba conocer el idioma en esta época, su alma lo reconocería al verlo, le bastaría hojear unas cuantas páginas para rememorar aquellos tiempos y tener la respuesta que tanto buscaba.

La habitación se llenó de un frío gélido, ella lo sintió allí, espero el susurro y esté no llegó, no obstante él estaba allí acechando su paz para arrebatársela. Atenta a todo cerró los ojos y el sonido intenso y escandaloso que anuncia que comienza la jornada la levantó.

- ¡ Vamos Julia, vamos, la vida es viviendo! – se animó – hoy es otro día.

Encendió la estufa y montó el agua para el café, dejo los ingredientes para el desayuno sobre el mesón y corrió a buscar el libro, sin miedo lo abrió y lo hojeó.

- Sé que no puedo leerte de manera consciente, sé que tal vez es solo mi mente, de cualquier manera ¿Qué es lo peor que puede pasar? ¡Que no suceda nada! <<Tocar la puerta no es entrar>>

A la carrera paso unas cuantas páginas y lo dejo abierto en alguna de ellas, la verdad saldrá a la luz.

“El vino y el aceite estaban ocultos dentro de las uvas y las aceitunas respectivamente, aludiendo así, implícitamente, a la dimensión oculta… Tal como en el alma del hombre distinguimos entre el alma propiamente dicha y el “alma del alma…”
v. Zohar III, 39ª”

Con los ojos hinchados de dolor y trasnochada salió de casa con más ánimo, dejó la radio encendida, tomos sus cosas y a toda prisa partió, en el camino se percató de que olvidó el reloj de mano, el envase con el agua potable y los zarcillos <<no importa, ya es tarde>> acelerada por la prisa dejo sus pertenecías en el lugar de siempre e inició la faena.

- ¡Julia! ¿Te has dado cuenta del color de tus medias?

- ¡Oh, por Dios! Realmente las vi del mismo color. Tú hazte la loca y continúa, azul y negro son primos.
- ¡Que risa, que enamorada estas!
<<Ojalá fuese solamente eso>> las horas transcurrieron lentamente, un día suave, sin mucho que hacer prefirió desayunar, al pasar por una oficina vacía que queda de camino a la cocina percibió que la miraban, precipitadamente y sin mirar se devolvió.
- ¿Quién quiere desayunar conmigo?
- Iré yo, respondió la amiga de costumbre.
Fue así como pudo comer tranquila, una conversación frugal y vana las hizo reír y volvieron a sus posiciones iniciales.
¡Oh, oh! Fuertes ganas de orinar, no se puede contener, a la carrera se dirige al baño, desahoga su necesidad y mientras se lava las manos escucha un tintineo, tal vez unas llaves.
- ¡Ya salgo! tienen que esperar que yo esté en el baño para antojarse -expresó de mal humor-
Al abrir la puerta no encuentra nada ni a nadie, la opresión en el pecho vuelve, la debilidad en las piernas también, que difícil le resultaba dar un paso tras otro, los pies le pesaban, al punto de ayudarse a levantar cada pierna un paso a la vez con las manos, sudor frío corría por su frente.
- Julia… -allí estaba aquella voz otra vez-
Un grito débil apenas escapó de sus labios, afortunadamente alguien venía en su dirección y la tensión se quebró. Respiró hondo, su día acababa de arruinarse, aún así no se daría por vencida; decidida a encontrar respuestas, en una hoja escribió detalles, eventos que tal vez tuvieran relación con estos días <<¿Qué fechas es hoy? ¿En que época estamos?>>
Estamos en octubre, que yo recuerde no pasa nada especial para mí, ¿o tal vez si?.... En mi sangre corre la sangre de mis antepasados ¿Será posible que exista en verdad alguna relación con el pasado?
Sus compañeras la acompañaron a su casa, ella sabía que no estaban solas sin embargo, no quiso hablar del tema, escucharon un ruido dentro del ruido, la música estaba a alto volumen y aún así se oyó un susurro:

- cada una tiene su parte.... Cada una.

Pensaron que eran cosas de la canción aún cuando una cosa no tenía que ver con otra, las puertas de los cuartos daban portazos sin corrientes de aire.




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