El día antes del encuentro.
Las palabras que aquel día dije no fueron reales. Sin embargo, a veces, tenemos que decir cosas que nuestro corazón no siente, todo por no hacer sufrir más a nuestra persona especial.
Decir y hacer son dos palabras muy separadas en gramática, pero muy juntas en el tema del amor. Ambas deben de ir a la par.
Decir Te amo no es suficiente, también debemos hacer acciones que lo demuestren, que demuestren lo que tu corazón siente.
Entiendo que yo hice todo lo contrario a lo que mi corazón sentía. Te recomiendo que no cometas los mismos errores que hice. Por favor encuentra la forma de lograrlo.
Atte. Alex.
Calexico, California
Alex
Los días en el restaurante han sido cansados y tediosos, con el aburrimiento de siempre hacer lo mismo.
La misma rutina, mismas personas, mismo todo.
El tiempo muerto en las tardes hacía que la nostalgia tocará la puerta y por nostalgia me refiero a ella, la extraño, han pasado aproximadamente 5 años sin ella a mi lado, sé que fue la decisión correcta dejarla ir, su vida corría peligro aquí.
Haberle roto el corazón porque Alicia me pidió que cortáramos conexión por su bienestar, había sido la peor noticia que había recibido. Su padre había salido de la cárcel y la seguía, aunque al inicio no conocía las razones de su encarcelamiento pude ver la preocupación en los ojos de Alicia al pedirme que nos alejáramos. Lo que más me dolió fue que no pude explicar porque dije que no la amaba.
<<Claro que la amaba pero si seguía aquí y la reconocían a mi lado podía perderla, esta vez para siempre y eso no me lo perdonaría>>
Las personas muchas veces toman sus decisiones en relación a la expectativa que se tiene de ellos, elegir el rumbo de su vida por querer sorprender a alguien debería ser una tontería y aún así yo lo hice. Por papá y por mi hermana Noemy.
La Posada es el restaurante que mi padre comenzó al llegar a Calexico y quedaría muy pronto en mis manos, la idea de ser dueño de mi propio restaurante nunca me disgusto, menos aquel en donde crecí y que pone mis raíces mexicanas en alto.
Nunca entendí cómo era posible amar a una cultura, un país que aunque no me vio nacer, si fue un gran lugar que me adoptó en mi crecimiento.
Siempre me sentí mexicano, no nací allí pero mi madre se aseguraba de recordarme:—Un mexicano nace en donde se le da la gana.
Después de todo mi único anheló era poder preservar La Posada como a mi madre le hubiera gustado. Por ella, paso cada día y parte de la noche allí, me esfuerzo en dar todo de mi para poder sacarlo adelante.
—Buenas tardes, chicos listos para irnos. Anunciaba mi padre al entrar a la barra de bebidas del restaurante.
—Si, ya casi terminamos. Respondimos ambos.
—Alex, te quería decir que Alicia comenzará a trabajar aquí desde mañana. Me informó mi papá
Me tomó por sorpresa esa información, mi mente se llenó de dudas, si Alicia volvía, ¿vendría acompañada de Lupita?, eso quería decir que estaban a salvo, volvía, ella volvía.
<<Tranquilo Alejandro no te hagas ilusiones, tal vez, solo sea Alicia quien vuelva, no te hagas ilusiones>>
—Okay, perfecto, dejaré todo listo.
Traté de ocultar mi emoción y mis dudas.
Sin poder contenerlas por mucho tiempo preferí ir a la bodega para que mi padre no se diera cuenta de mi nerviosismo y mi inquietud. No tardé mucho en irme cuando Noemy me alcanzó.
—!Uh!, ¿Sabes que significa?. Escuché su voz burlona y ya sabía que saldría con sus tonterías.
—No, no sé de qué hablas.
—Verás a tu novia. -saltando de la emoción. –Volverás a ver a Lupita, volverán a ser novios y serán felices para siempre.
Aunque su voz era de burla, muy en el fondo sabía que lo decía con las mejores intenciones. Y estaba llena de expectativas e ilusión de que volviéramos, al igual que yo.
—Basta, nada de eso pasará. Ella tiene su vida y yo la mía.
—Dime que no te mueres por volverla a ver.
—Noemy, basta dije, ella tal vez tenga novio. Lo nuestro fue una tontería, además no es parte de mis propósitos tener novia o algo más.
Me enfoqué en acomodar las botellas y las cajas, para desviar mi vista y que ella no notará que si me hacía ilusión volver a verla.
—¿Entonces no quieres tener novia porque quieres ser un gran empresario?. Señalaba sarcásticamente.
—No, no quiero tener una novia porque quiero trabajar aquí en el restaurante
—¿No quieres ser un empresario?.
—No.
—Pero tienes todo para serlo, todas las facilidades. Eres inteligente, valiente, tienes contactos, ¿por qué no?
—Simple porque no es mi sueño, no quiero vivir en ello, no quiero ser empresario, abogado o ingeniero, sólo deseo hacer crecer este lugar, no más.
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Editado: 06.11.2024