17 de Diciembre
Día 17
Perdón, porque muchas veces no me sentí suficiente para ti. Porque cada día me aferré a no aceptarme a mí misma y eso hizo que desconfiará de lo nuestro.
Gracias por ser ese hombro que siempre está para mí, no solo para recibir mi llanto, también mis golpes. Ayer me demostraste que no importa lo que pase, al abrir mis ojos después del abismo, siempre estarás allí para mí.
No sé qué hice bien, pero fue algo muy bueno, si puedo tenerte en mi vida.
Atte. Lu..
La primera vez que pude decirle al oído todo lo que sentía.
Alex
—Ustedes dos, vengan para acá. —nos ordenó papá al vernos entrar a la oficina de La posada.
—Buenos días. —hablamos al mismo tiempo Lu y yo.
Noemy entró a la oficina con su frente fruncida y los brazos cruzados.
—¿Se puede saber por qué no durmieron en sus casas?. Alicia me dijo que no llegaste a dormir tampoco y ambos traen el cabello mojado. —nos comenzó a regañar mi hermana.
<< Prefiero no responder a tus preguntas hermanita, solo necesitas saber qué hicieron muy feliz a tu hermano.>>
—¿Y qué fue todo lo de ayer?¿Qué fue eso de que son novios, el desmayo y la visita que ya le habían hecho a tú a abuela?. —agregó papá.
Nos dedicamos una mirada de complicidad y permanecimos en silencio. Mi hermana se colocó a lado de papá con la misma pose: brazos cruzados y una ceja levantada.
—Yo les explico, dejen que Lu se vaya a trabajar.
—No, quiero que ambos me digan lo que está pasando. -nos dijo muy enojado papá-. Si Alicia se entera de esto, te va a matar Julián Alejandro y a ti Guadalupe te quita el apellido.
Papá nunca me llamaba por mi nombre completo, a menos que estuviera realmente furioso. Un escalofrío recorrió todo mi cuerpo, al imaginar lo que podía hacernos Alicia; solo por haberle mentido.
—Yo le explicaré, Don Julián. —trató de hablar Lu.
—Tú tienes mucho qué explicar jovencita. -la enfrentó Noemy-. Se supone que somos hermanas, me dijiste que me contarías todo.
Nunca consideramos que este jueguito de fingir ser novios, es decir, mi juego de intentar recuperarla; Podría disgustar o causarle algunos problemas a los demás.
El escuchar a papá y a Noemy decepcionados de ambos por ocultarles cosas, me hacían sobre pensar mis acciones.
—Tú ya sabías que era novia de Alejandro. —le respondió Lu, intentando defenderse.
—Sí, pero no sabía de estos encuentros y mucho menos de la nueva casa.
—¿Cómo sabes de la nueva casa?. —interrumpí preguntándole a Noemy.
—Si saben que existe una app para saber en dónde están. Se la puse a los dos. —admitió Noemy señalándome a mí y a papá.
—¿Nos espías?. —exigimos respuesta los dos.
—Son demasiado tontos como para dejarlos sin supervisión.
Lu se quedó callada, sin perdernos de vista ante tal escena.
—Un momento, Noemy, ¿tú sabías de su relación?. —exclamó papá.
—Yo.. yo estuve cuando Alex le pidió ser su novia. ¿Cierto, Alex?. —siseó con algo de maldad en su voz, estaba enojada por haberle mentido y parecía como si quisiera desquitarse con algo.
Afirmé con mi cabeza y le hice una mueca para que no dijera nada más. Diablos, Noemy estuvo a punto de decir lo de la llamada falsa y si lo hacía todo se iría al carajo con Lu.
—Bueno, no tiene caso enojarnos. -se resigno papá. —Solo que me hubiera gustado que tuvieran la confianza para decírmelo.
—Perdón. —nos disculpamos Lu y yo al mismo tiempo.
—Veo que ya estrenaste tu nuevo hogar. —habló papá mientras me daba una palmada en el hombro como todo padre orgulloso.
—Espera, ¿tú sabías lo de la casa?. -le gritó Noemy. —Todos sabían menos yo, nunca me tienen confianza para decirme nada.
—Lo siento, Alex me comentó de su nueva casa, sabíamos que no te gustaría la idea de que nos separáramos, pero es algo que tiene que suceder.
—No, papá, yo no quería que Alex se fuera a casar con Yoss que es diferente. —explicó Noemy.
Yoss fue parte de mi pasado, uno que me arrepiento de haber vivido. Porque fui injusto con ella, cada cita, cada noche y cada aventura que compartimos la imaginaba como Lu.
Después de llamarla por el nombre de Lupita en vez de su nombre, supe que era tiempo de separarnos.
El desplante de Lupita cambió de inmediato, fijó su mirada en mí y enarcó una ceja, mientras daba pequeños golpes al piso con su pie.
—¿Quién es Yoss?. —inquirió Lu decepcionada.
—Te explico en otro momento, si, déjame terminar de enfrentarme con esta batalla.
Noemy y Lu me miraron con los ojos entrecerrados y sus labios finos. La tensión podía ser cortada en cualquier momento. Y muy enfadadas salieron de la oficina azotando la puerta.
Papá encogió sus hombres y solo cabeceó.
—Ahora tienes a dos mujeres que contentar. —se burló de mí.
—Me van a volver loco algún día.
—Mientras, tendrás que hacer algo para que ya no estén enojadas y yo tendré que ver cómo conseguir el perdón de tu hermana.
—Suerte.
—Lo mismo te deseo, hijo.
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La cuestión era: ¿Qué hacer para tener su perdón?. No era una tarea sencilla y mucho menos sería fácil. Ambas tenían buenas razones para estar enojadas conmigo y las dos son tercas como unas mulas. Juro por dios que estas dos me sacan canas verdes y algún día van a acabar con mi paciencia.
Mientras tanto debo recuperar su cariño.
—¿Cómo puedo obtener tu perdón?. —insinué al ver a Lu con sus codos recargados en la barra.
—¿Hiciste algo en especifico para que yo te tenga que perdonar?. —exclamó con sarcasmo.
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Editado: 20.11.2024