24 días para enamorarme

Capítulo 26. Nunca pongas tus sueños de segunda opción.

18 de Diciembre

Día 18

Siempre he creído que los sueños son pequeños recuerdos de lo que ya hemos vivido. Y por ello están grabados en nuestro corazón, porque de alguna manera ya lo experimentamos y sabremos cómo lograrlo.

De la misma manera en que esos sueños pueden ser lugares, personas, profesiones, situaciones o una simple acción. Porque si se pueden presentar en tu imaginación, se pueden presentar en tu vida.

Mi sueño no eres tú, Alejandro. Tú eres mi vida y mi compañero para lograr mis objetivos.

Atte. Lu.

Lupita

—¿No te mueres de frío?. —me cuestionó Alex. Haciendo referencia a cómo estaba vestida. Tal vez, si me moría de frío, pero mi outfit merecía la pena el sufrimiento.

Había pasado un tiempo desde que no usaba falda, al menos, no había usado una que me hiciera sentir bonita. Mis ánimos en el día eran raros, así que, creí que podía distraer a mi mente si me vestía lindo y me arreglaba un poco más.

Además, podría haber la posibilidad de que quisiera llamar la atención de Alejandro.

—¿Y tú no te mueres de celos?. —exclamé con cizaña.

—No, ¿Debería?.

—¿Deberías?. —lo reté, enarcando una ceja.

—No, no me molesta que vean a mi mujer. -solté una carcajada al escucharlo y Alex pareció ofenderse.-- Sé que les da envidia porque saben que tú eres mía.

Me volví a reír y Alex tomó un paso más cerca de mí. Lo detuve con mi mano sobre su pecho.

<< Su lindo y trabajado pecho>>

—Número 1: No soy tu mujer, ya quisieras que lo fuera. Número 2: No soy tuya y nadie sabe que lo soy. ¿Entendimos?.

Asentó con su cabeza y se quitó su suéter para dármelo.

No voy a negar que me disgustó ese gesto. ¿Acaso Alejandro quería que me cubriera?. Nunca imaginé que fuera celoso o tan inseguro como para dudar de él.

No dije nada, solo tomé el suéter amarrándolo sobre mi cintura y alcé mi ceja cuestionando su acción.

—Te va a dar frío cuando salgamos. No es para que te cubras, es para que no te resfríes. Exagerada.

Crucé mis brazos, enfatizando mi confusión y mi molestia.

—Vamos a salir a comer con mi familia en la tarde, te va a dar frío. Está a 10 grados afuera. —agregó dando un suspiro.

Se acercó a mi oído y quitó un mechón de mi cabello que cubría parte de mi cara.

—Para tu información, todos saben que no se pueden acercar a ti. Órdenes del jefe. -señalándose a si mismo-. Además eres libre de usar la ropa que quieras, no me da celos que te vean, no me debería de dar. Confío en ti. —susurró en mi odio y me dio un beso en la mejilla para después irse a la oficina.

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Tengo que admitir que los últimos dos días han sido suficiente, para asegurarme que Alejandro me gusta y me gusta para siempre. No estaba equivocado al decir o cantar: ¿Qué más puedo pedir?, Nada, no podía pedir nada más, si ya lo tenía a él.

Tantas noches rogué al cielo, para que me concediera una vida junto a él; no podía creer que en estos momentos lo estaba experimentando. ESTOY CON EL AMOR DE VIDA QUE TAMBIEN ES MI ALMA GEMELA.

Recargada con mis codos en la mesa de trabajo y con mi vista pérdida, suspiraba y respira profundo; imaginando o más bien reviviendo los grandes momentos a su lado. ¿Esto era estar enamorada?. Y la sonrisa de boba que enmarcaba mi rostro me lo confirmaba.

Mi mente estaba tan concentrada en imaginar cada rasgo, cada característica y cada parte de Alex, que ni cuenta me di cuando Noemy entró a la cocina, llegó muy emocionada brincando y festejando por su gran cita con José.

—Todo fue tan mágico, especial, sus ojos nunca dejaron de ver los míos, podía sentir su conexión al instante. Tiene estos ojos cafés grandes y profundos, podía ver cómo sus pupilas se dilataban cada vez que me veía. Sus manos temblaban y sudaban un poco, así que, antes de tomar las mías se las limpiaba en el pantalón para después llevarme de la mano por todo el Mall, luego me llevó a tomar un café, lo cual ni me gusta, pero ya sabes a él si.....

Noemy hablaba una palabra por segundo y yo solo afirmaba con mi cabeza a lo poco que lograba entender, realmente estaba hablando tan rápido, que era muy fácil perderse. Aún así podía distinguir que se estaba enamorando de José. Sus ojos brillaban y su parloteo me confirmaba que había encontrado a alguien especial para ella.

Mi celular sonó y antes de desbloquear mi teléfono para saber cuál era la razón del sonido, el icono de correo electrónico apareció.

Me quedé helada, estática sin desbloquear mi teléfono, sin moverme y sin hacer nada.

Había muchas posibilidades de lo que podía ser ese correo: Podía ser una publicidad de algún negocio, algún asunto de la escuela de cocina, una factura, un mensaje tonto de alguna de mis amigas. O podría ser el correo electrónico que tanto he estado esperando, uno que podría cambiar mi vida para siempre.

No me podía hacer mas ideas en mi cabeza, tal vez, era eso; solo me estaba ilusionando innecesariamente. Llevaba más de 2 meses desde que había solicitado realizar mis prácticas como chef principal en Mirazur el mejor restaurante de Francia y mis esperanzas de que me aceptarán habían muerto.

Con un hueco en mi estómago, mil ganas de llorar y queriendo vomitar, abrí nerviosamente el correo.

Fijé mi vista en los ojos de Noemy, mientras ella intentaba analizar y averiguar qué era lo que pasaba. Yo seguí en silencio analizando lo que acababa de leer. ¿Era algo bueno o era algo malo?, ¿Qué significa eso?, ¿Entonces ahora qué haría?, ¿Cómo afectará esto en mi vida? ¿Era un sí o un no?

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