24 Horas Contigo

#7.- La extraña en casa

Los reportes que pedía cada día parecían más tontos.

"El joven en Allen no puede comer nueces ni almendras y la señorita aprendió a hacer flan."

"La señorita aprendió a coser a mano, el joven Allen usa mucho detergente en la ropa"

"Ambos jóvenes compartieron un trozo de tarta de chocolate"

"Al joven Allen le gusta usar calcetines sin pantuflas en casa"

"La señorita Hana ha horneado un pollo con verduras en vino, se veía delicioso"

Parece el diario secreto de un niño de 6 años.

— Entonces, es lo que encuentras relevante pero, ¿no es ningún secreto comercial? Sigue vigilando...— orden el señor Kanronji.

Tenía razones de sobra para creer que Allen tenía malas intenciones y por eso se acercó a su hija.

— Maestro, la joven Hana ha llegado — anunció el ama de llaves.

— Dile que pase...— contestó.

Era la segunda vez que Hana lo visitaba en la casa principal. Solo estaban separados por 10 minutos caminando pero, siempre esperaba que ella fuera a visitarlo.

Aunque esta visita en específico era para darle su mensualidad.

Incluso preparo regalos para ella.

— Hola padre — saludo con su habitual sonrisa.

Cada vez que el señor Kanronji la veía esperaba que estuviera pálida, enferma o algo que le obligara a reclamar a Allen el maltrato que la sometía. Sin embargo, ella parecía jovial y sonriente como siempre.

Lo único horrible era el clima lluvioso.

— Mamá me dijo que estabas enfermo pero, te veo bien... me alegro.

— Mi niña, ¿Cómo estás? ¿Cómo va la escuela?

Podía acusar a Allen de lo que se le ocurriera pero, si Hana descubría que era falso perdería la confianza de su hija y no quería arriesgarse.

Hana le platico que le iba bien en los exámenes, tenía a sus amigos de siempre y Allen le ayudaba mucho con todo.

Le platicaba la vida de ensueño que tiene en este momento.

— Hija, traje algunas cosas para ti, de mi último viaje a Europa, tus regalos...

— Gracias papá...— dijo mientras abría las bolsas y cajas donde encontró prendas, zapatos y joyería de marcas exclusivas.

Eran preciosas.

— Le diré a Malcolm que los lleve a tu casa, toma — le entregó el cheque — puse un poco más para que vayas al cine o algún restaurante que quieras conocer...

— Gracias...— jamás le diría que ese extra está dirigido a un ahorro privado para su universidad.

Se despacio después de un rato y fue acompañada por Malcolm quien llevaba los regalos.

Había recibido un mensaje de Allen diciendo que invito personas para hacer el proyecto final de sus clases de regularización.

Un mes pasó rápido.

Entro a la casa y todo estaba silencioso. Supuso que trabajarían en el pequeño estudio. Paso a la cocina donde Allen estaba sirviendo bebidas.

La recibió con un beso.

— Dijiste que vendrías en la noche... ¿está todo bien en casa?— pregunto mientras la abrazaba.

— Dijiste que abría invitados así que quise venir a saludarlos...— contesto

Allen la llevo al pequeño estudio donde había 4 personas: tres hombres y una mujer.

— Chicos, ella es mi esposa Hana...

Los miraron como si jugaran una broma. Allen es demasiado bueno para ella.

Okay Hana es bonita para su edad y tenía cuerpo bonito pero, Allen fácilmente era confundido con un actor.

— Mucho gusto, soy Hana Kanronji...— les saludo sonriente

Ah, ahora tenía sentido, es un matrimonio por negocios o sea que aún no es legal.

Se presentaron: Mine Lights, Samuel Reveles, Avery Borton y Tim Ronán. Sus compañeros de escuela.

Hana los dejo estudiar hasta que cerró la puerta pudo escuchar

— Ahora sé porque llegas siempre feliz a la escuela, con el desayuno que te echas

Hana se alejó y comenzaría a preparar la cena, no quería escuchar que más decían sobre ellos.

Hana en la cocina

— Señorita, ¿le parece bien si la ayudo? Son más personas de las habituales — se ofreció Malcolm quien llevo las cosas al dormitorio.

— Por favor, ayúdame...— accedió.

Contaría con la ayuda de alguien hábil en la cocina.

En el pequeño estudio

— Era broma, no sé cuál es la razón de este matrimonio pero, ojalá… duren — señalo Samuel.

Mine se disculpó para ir al baño. Si era ese tipo de plática no lo quería oír.

Allen les pidió que no dijeran cosas hirientes a Hana pues el grupo Til-Shiroyama podía desaparecer sus pequeñas empresas en un parpadeo.

Mine exploraba la casa. Siempre usaba un cubre boca personalizado y se ocultaba detrás de su cabello negro. También vivía en sus fantasías. Creyó que desde el primer momento en que Allen le regreso el saludo estaba interesado en ella.




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