24 Horas Contigo

#8.- La cita

— ¡Vamos el domingo al cine? — pregunto Alexander durante el almuerzo.

— No gracias, tengo novio. — contesto Mirei quien consumía la comida de Hana para evitar envenenar a Allen.

— Tú no, Hana, vamos al cine.

Hana negó con la cabeza, esos días su garganta estaba irritada y evitaba hablar lo más que pudiera.

— Ya se, invita a quien quieras que te acompañe así no te sentirás incómoda, yo también invitaré a un amigo, tu silencio lo tomare como un sí. — y se fue.

Mirei suspiro

— Te acompañaré pero, por favor ya ve al médico

— Ya se, iré... — respondió.

Mientras en la escuela de Allen

— Tienen que ver la película x y hacer un reporte, solo se exhibirá el domingo pero, tiene varios horarios. — anuncio la maestra Lights. La información estaba escrita en el pizarrón. Parecía extraño que la persona de su mismo apellido ya no estuviera allí. — los veo el lunes.

Allen fue a la oficina de profesores

— ¿Qué te parece si vamos al cine? Acabo de llegar del extranjero y casi no conozco aquí.— sugirió la profesora Lights.

Ya no era solo practicante sino que estaba a cargo del grupo de Allen.

— No le diré a mi esp...novia que vayamos — contesto.

La profesora no se daría por vencida. Si conseguía a alguien que le bajara la luna y las estrellas podría olvidarse de buscar un marido al menos por un tiempo.

Investigo los antecedentes de Allen y era lo que siempre había buscado.

El domingo

— Hana cocinas de maravilla, quiero casarme contigo, ¿aceptas?

— Lo siento no estoy disponible — reía ya que por fin le salió el rollito de huevo.

— Franco mínimo hubieras avisado, mira que quedarte dormido en la entrada — le reprochó Allen que esa mañana salió a correr y vio a Franco dormido, solo con su abrigo.

— Si, no lo volveré a hacer, ¿a dónde vamos hoy?

— Tengo que ver una película independiente y después planeaba ir con Hana a comer.

— ¡Vamos!

Franco se incluyó solo en los planes.

La noche anterior

— Allen, un superior me invitó al cine y lo rechace pero, parece que no entiende

— Yo iré contigo, ¿te han molestado mucho así?

— No, solo él...es raro nunca había escuchado su nombre, no sé quién pueda ser.

En la plaza comercial, el cine.

— Ah Mirei, ¡estás temprano aquí!

— Ah, el chico que acosa a Hana...

No hablaron nada más. Pocos minutos después llegó el amigo de Alexander: Nakamura Koichi.

— Solo dime Mirei...

— De acuerdo, llámame Koichi

Después de él, llegaron Hana tomada de la mano de Allen, Franco se sorprendió.

— ¿Ellos son de tu escuela?

— No, Hola Mirei, ¿qué tal? — saludo Allen.

Esa mañana, Alexander puso especial esmero en vestirse para que Hana no deje de verlo. Escogió con cuidado ropa que mostrará un estilo fresco y masculino, un reloj que no llamara bastante la atención pero, que mostrará estatus pero, ella llevo a un hombre, bueno dos, pero, solo con uno se tomaba de la mano.

Pasaron a la sala después de unas breves presentaciones Mirei estaba platicando con Franco y Koichi como si nada pero, Alexander estaba molesto. Era su cita con Hana.

Tenía un plan, la llevaría a ver una película de terror, si se asustaba dejaría que lo abrazará. Mostraría lo valiente que es. Después la llevaría a visitar las tiendas para llegar a un lugar donde solo vendía comida orgánica, lo investigo bien...lo que querían las chicas y esperaba la promesa de otra cita.

Todo su plan fue arruinado.

— Oh, ¡que milagro! Allen y chicos...— saludo la profesora Lights quién se sentó atrás de ellos — vine a supervisar que mis alumnos vieran la película.

— ¿Usted es? — quiso saber Mirei. — ¿Profesora? ¿Practicante?

— Soy...como una amiga de Allen — sonrió mostrando sus dientes blancos. — Hmmm, ¿trajiste a tu hermana?

— No, es mi esposa.

¿Qué? Bueno no era ilegal pero, como ese chico podría haber elegido a una mujer de tan baja calidad, por favor, ¿acaso estaba ciego?

Alexander se quedó mudo.

Bueno, solo necesitaba hacerlos pelear y separarse. Todos los matrimonios eran frágiles, sobretodo en su periodo de recién casados.

La película acabo y salieron a ver las tiendas. Mirei vigilaba los movimiento de cada uno, casualidad encontrarse allí, claro que no.

— Oye Koichi pregúntale. Mirei si Hana…

— Mejor pregúntamelo directamente — contesto Hana

Desde atrás podía verlos como tomados de la mano miraban las cosas de las tiendas, bromeaban, sonreían...estaba muy molesto, quizás si compraba algo...un dulce cambiaría la manera en que lo ve ella.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.