— Señor Kanronji, ¿me pide que siga vigilando a la señorita Hana?
— ¿No fui lo suficientemente claro? Ella debe regresar o mis negocios caerán por su causa. ¿Quiere verme envejecer antes solo por sus caprichos?— Decía el señor Kanronji — no me importa si mi esposa dice lo contrario debes vigilarla.
— Señor...ya no puedo hacer eso, el señor Allen se dio cuenta de que estaba allí incluso cuando me encargue de la señorita Lights Mine. Él lo sabía todo.
— Tu orden es vigilar a Hana y quizás considere liberar del contrato a tu hermana y padre, retírate.
Su familia sirvió desde hace años a la familia Kanronji pero, está orden sobrepasaba lo que podía tolerar.
Regresaron a la escuela. Los últimos meses del año siempre pasaban más rápido de lo que se podía desear. Allen hizo una reservación para noche buena en un restaurante muy elegante. Hana se dio cuenta de que sería su primera navidad juntos y quería festejarlo en pareja.
En la escuela, Allen era conocido como un rompecorazones frío, les atraía mucho su origen extranjero y los pocos amigos que tenía decían que él es una buena persona pero tímido además de que siempre hablaba de la mujer que estaba enamorado así que no estaba disponible.
Keira no se quedaba atrás. Su radical cambio de imagen con asesoría y consejos de Hana le sentaban de maravilla. Siguiendo su rutina visitaba el trabajo de Allen y era feliz con solo verlo. No era la única ya que era de los meseros más atractivos del lugar.
Podía sentir que llevaba la delantera y se armaría de valor para decirle "Hola"
Hana, en la preparatoria, llamaba mucho la atención de sus compañeros de clase como de otros salones. No le hablaba mucho y a veces solo a Keira pero, no sentía que podía confiar en alguien después de que sus padres contratarán a alguien para hacerlos romper.
Cuando Allen no se daba cuenta, iba a preguntar si realmente su matrimonio era legal. La señorita que la atendía se acostumbró a verla mucho allí y le aseguro que nadie además de ella había ido a consultar su estado civil. Era la única manera en que Hana se sentía más tranquila.
En casa
— Hay ruido afuera... ¿se mudará alguien? — pregunto Allen mientras tomaba un café. Se desveló la noche anterior haciendo un proyecto.
— Creo que sí pero, no he visto nada cuando salí, quizás solo sea el alboroto y ya... ¿de verdad quieres ir de compras?
— Si, ¡vamos!
Era su día de descanso pero, Hana quería ir a comprar la despensa y algunas otras cosillas.
Apenas abrieron la puerta y apareció frente a ellos un hombre extremadamente apuesto, alto, vestía camisa, chaleco y pantalón de vestir. Tenía unos ojos azules que parecía está viendo a través de ella.
— ¿Akabane Yuu?
Allen lo reconoció. No por el nombre sino que él era alguien que los vigilaba desde las sombras. Así que su nombre es Akabane Yuu.
El hombre estaba en sus veintes...miro a Hana y sonrió.
— Hola señorita.
— Solo dime Hana.
La familia Akabane se dedicaba al servicio al cliente principalmente mayordomos y doncellas. Es una familia entrenada en el extranjero y desde el padre de Yuu era mayordomo de su familia. Yuu fue enviado a la casa de Dalía, madre de Hana, ¿qué estaba haciendo allí?
— Papá, ¿está bien?
— Por supuesto...debo irme señorita.
— Yuu, si estás en problemas o necesitas algo...puedes venir a la hora que lo necesites, Te ayudaremos.
— Gracias señorita...— se despidió.
De camino al supermercado Hana le platico a su esposo que Yuu la salvo cuando una jauría de perros comenzó a perseguirla sin razón quedando con muchas cicatrices en su espalda y piernas. Después cuando su madre se mudó al campo él fue asignado a cuidarla así que dejo de verlo.
Allen quiso saber si también vigilaba personas. Hana le contesto que probablemente y quizás sería mejor tenerlo cerca pues de cualquier manera enviaría reportes a sus padres sobre lo que hacía.
Hana estaba consciente del trabajo de Yuu pero, no dejaría de ser amable. También le contó que él y Mirei tuvieron una relación fugaz, no sabía porque se separaron y nunca quiso preguntar pues fue la primera vez que Mirei lloro.
Allen lo encontraba sospechoso pero, ya no quiso hablar del tema. Sabía que sería difícil librarse de ellos mientras fueran menores de edad.
Entre su plática, el tiempo en el supermercado fue el doble del habitual pero, casi no compraron cosas; de regreso se encontraron con Franco que iba a visitarlos y decirles que entraría a la misma universidad de Allen. Solo que él tenía una casa y eran bienvenidos cuando quisieran.
La que mantenía un extraño silencio era Mirei. No sabía que estaba haciendo pero, era extraño que buscara muchas excusas para no responder llamadas. Hana no insistiría pues Mirei también tenía sus propios problemas que si no los entendía no podía ponerlos en palabras y buscar una solución.
En casa ese día y los días siguientes, invitaba a Yuu a cenar.
Yuu era muy amable pero, era torpe para socializar, quizás estaba limitado a solo serviría que no pudo hacer buenos amigos.
Editado: 15.01.2025