Hana visitaba todos los días el hospital. Cerca de navidad fue a presentar los exámenes y se encontró con Yuji quien no le dirijo la palabra. Más tarde en la salida vio a Kanade quién leía una convocatoria de escritura juvenil.
Dado su poco desempeño considero participar cuando vio el premio monetario. Kanade la ánimo y le dijo que podía intentarlos con varios escritos y diferentes seudónimos. Hana decidió escribir una novela corta sobre el nacimiento ilegítimo de Venus.
Se despidieron y fue a casa a cambiarse. Llevaría alguna comida y pasteles miniatura para que festejen navidad allí.
En su ausencia estaban Mirei y Yuu cuidado de Allen. El chico podía sentir cierta fricción entre ellos pero, no encontraba como decirles que se fueran y hablaran pero, ellos parecían comunicarse con sus mentes. Hana llegó en un momento oportuno así que Mirei salió con la excusa de ir por un café.
Yuu se quedó cachando moscas pensando en que debería informar al señor Kanronji. Hana amable le pidió que salieran para hablar con su esposo a solas y tuvo que ceder. Al cerrar la puerta, Mirei lo tomo del brazo y sin ninguna advertencia lo llevo con ella a una habitación vacía.
— Señorita, ¡por favor comportarse!
— Yuu...feliz cumpleaños — su garganta estaba seca que apenas podía hablar.
Yuu no sabía cómo reaccionar ante la mujer frente a él que le ofrecía una caja con un moño azul rey.
Si sus miradas pudieran cruzarse, ¿que se dirían?
Fue hace dos años. Precisamente cerca de las fiestas decembrinas.
Hana estaba actuando raro aun cuando Mirei la visitaba todos los días. Se sentía como en casa y visitaba cada rincón. De todas sus exploraciones, le gustaba ir a la cocina donde el hijo del mayordomo practicaba desde cómo poner una mesa según el evento hasta cocinar platillos, que en ese momento, nunca había probado.
Le espiaba y estaba encantada cada vez que lo veía practicar. Un día en particular, Yuu levantó la mirada y dijo al aire.
— ¿Por qué no entras y tomas un bocadillo?
Mirei muerta de pena entro y se sentó en la barra. Yuu le serviría en el desayunador pero, ella no quiso. Ver sus movimientos ensayados durante a cientos de veces, la expresión seria que mantenía, su respiración calmada. Le encantaba mirarlo.
— Señorita Scherry, ¿qué le parece estás tartaletas de chocolate?
Mirei seguía mirándolo embobada que no se dio cuenta de lo que probaba. Dijo que están riquísimas pero, no distinguió el sabor.
— Señorita Scherry le pediré que deje de venir a las cocinas, no quisiera que mi padre o mi jefe me regañaran.
— Me gusta verte así que vendré las veces que quiera.
— ¡¿Qué?! — su voz se alzó un poco y se puso rojo como tomate. Mirei se dio cuenta de lo que dijo y también se puso roja al grado que tuvo que salir corriendo de ese lugar.
Después de ese momento incómodo, parecía que ambos buscaban momentos para poder intercambiar algunas palabras. No eran pláticas como tal pues Mirei también debía volver a su casa y Yuu tenía entrenamiento para convertirse en mayordomo.
Querían conocerse, la atracción mutua era evidente para la hermana de Mirei así como para los compañeros de trabajo de Yuu. El ama de llaves lo reprendió diciéndole que no jugará con los sentimientos de una señorita.
Su padre se dio cuenta y le dijo que el no de iba a interponer pero, tenía que tomar en cuenta muchas cosas y solo si podían sobrevivir a ellas es que se podían convertir en una pareja que puede apoyarse mutuamente.
Yuu le hizo saber que está enamorado de Mirei y sabía que no tenía nada que ofrecer a alguien que lo tenía todo. Estaba consciente de que todos lo mirarían mal, no era clases distintas solo era que ella es demasiado para él.
Mirei escucho esa conversación y la interrumpió diciendo que eso no le importaba pues Yuu es su primer amor. El mayordomo principal accedió a qué salieran pero, solo si consideraba que quizás en un futuro todo podría cambiar y separarlos.
Mirei estaba encantada de tener un novio y aprovechaba para visitarlo cuando iba a casa de Hana. Esta última a cada rato iba a eventos con sus padres y establecer relaciones de negocios así que cuando estaba de visita, duraban muy poco.
Conocer a Yuu fue la mejor experiencia que tuvo. Generalmente, se mostraba como un chico muy serio pero, le encantaba hablar de deportes, sus jugadores favoritos, también era bueno jugando baraja y le encantaban las películas de acción por su lado Mirei quería aprender coctelería, el único deporte que le gustaba era nado sincronizado y no veía películas.
Cada descubrimiento que hacían sobre el otro era fantástico. Su novio en un intento de ser romántico le regaló un anillo de pareja, la joven estaba encantada vivía uno de sus sueños; Yuu tomo todas las primeras veces de Mirei, ella se sentía en el cielo.
Sin embargo, un día, tras 8 meses de relación él corto todo contacto con ella.
Hana advertía que Mirei estaba triste en intentaba saber por qué, su amiga no podía decirlo en voz alta así que salió corriendo y llorando de la casa. Hana corrió tras ella y con palabras entre cortadas solo entendió que Yuu, su novio, la termino sin razón.
Editado: 15.01.2025