#30.- Detrás de las paredes

Hana le dio una bofetada a Kendra y otra a Keira al grado que ambas tenían la boca llena de sangre. Latrine llamo a Franco quien estaba hablando por teléfono.

Franco camino hacia ellos y apenas alcanzo a ver a Hana que caminaba muy rápido seguida de Allen que caminaba a pasos torpes tratando de alcanzarla.

Hana pensaba en lo idiota que fue al intentar apoyar a su amiga con su enamorado sin saber que este enamorado era su esposo y peor aún, dejando que esa mocosa lo besara como ella fuera invisible.

Llegó a la habitación y cerro de un portazo impidiendo a Allen la entrada.

En el pasillo

— ¿Esa perra que se cree? ¿Qué piensa? ¿Qué el arreglo de mis dientes es gratis? — empezó a quejarse Kendra molesta miro a su hermana — y tú en lugar de defenderme, ¿me atacas? Por no defender lo tuyo, ¡eres una mojigata!

— Ese chico yo lo conocí primero, me gustó primero y lo besas, ¿así como así? Kendra parece que lo mujeriego de papá también te pega a ti.

Ambas chicas comenzaron a golpearse al grado que su cara término hinchada. Yuji y Franco intentaron separarlas hasta que Latrine mejor llamo a seguridad, por eso odiaba a las adolescentes, se rebajan ante cualquier persona.

Franco regreso en busca de Allen quien seguía afuera pues Hana estaba molesta. Sabía que él no tenía la culpa pues no sabían sus intenciones pero, de cualquier manera hubiera alejado.

— Hana, abre... ¿Hana?

— Vete, no te quiero ver.

Franco se acercó.

— ¿Por qué no pides la copia de la llave? Ella no estará enojada por siempre.

Allen le mostró la mano donde tenía la copia pero, no quería utilizarla. Hana se pondría furiosa si entrara de repente. Allen no estaba allí para explicar sino para consolar.

— ¿No deberías ir con Latrine?

— No, justo me encontré con Olive y saldré un rato con ella. Esas dos chicas están con los de seguridad y posiblemente los llamen para confirmar los hechos.

— ¿Confirmar que fui atacado por una niña de secundaria? Que gracioso…

Franco salió y después de unos 20 minutos, llegó uno de los guardias pidiéndole que fuera a dar una breve declaración por el disturbio en uno de los baños. También lo pidió a Hana quién salió cambiada. Ella camino alejándose de Allen, no quería verlo en este momento. No quería verlo o se pondría a llorar.

— Sus identificaciones.

Kendra estaba allí escuchando mientras armaba mentalmente una historia creíble para que la dejaran ir sin avisarle a un tutor o a sus padres pues Latrine no quería hacerse cargo del problema.

Diría que fue a ese lugar porque sospechaba que su novio la estaba engañando y lo encontró in fraganti con una mujer en el baño.

— Hana Til-Shiroyama...17 años...— hmm ya casi cumple 18. — siguiente Allen Til-Shiroyama 19 años...— ah, pronto será tu aniversario de la mayoría de edad. — ¿traen su licencia de matrimonio?

Allen saco el documento y Kendra palideció. Su historia no tenía respaldo pero, de alguna manera debía ponerlos a todos a su favor.

No escucho las declaraciones pero, Hana y Allen dijeron lo mismo: estaba en el baño, salimos, una chica de secundaria se acercó, saludo, beso y trepo. Hana la bajo a la fuerza, se involucró su hermana mayor y eso es todo, ellos se retiraron.

— Oiga, ¿por qué se van ellos? Soy la víctima aquí, mire, mire estás garras, ¿está seguro que no es bruja? — le mostró el brazo

— Señoría guarde silencio. Llamaremos a su tutor. La versión de ellos se confirma con la grabación de la cámara de seguridad. Tiene mucho futuro por delante, no se comporte de esa manera...— sugirió

— Pero, ¡debe ser ilegal casarse tan joven! ¡Quizás la secuestro!

— Señorita por favor; es un documento verídico ahora guarde silencio.

Salieron los guardias mientras Kendra pensaría como separarlos. Allen sería su primer objetivo, su madre le dijo que ella solo merecía lo mejor de lo mejor así que Allen entraba en esa categoría.

Keira, por su parte, estaba en silencio. Siempre creyó que Hana era bastante sospechosa y por eso nunca quiso decirle donde trabajaba su amor platónico. También le pareció extraño que en ese concurso ellos dos desaparecieran y se dio cuenta que él estaba allí por Hana no por ella.

Después pensó que Natasha tenía razón, de alguna manera Hana se enteró de quien estaba enamorada y lo obligó a casarse con ella. Habría usado una buena artimaña para ganarlo y así alejarlo de ella, no encontraba otra explicación.

Quedaron en silencio hasta que Latrine regresará.

En el restaurante

— Hana, no comas así de rápido...— pidió Allen que la veía masticar a toda prisa.

Apenas logro convencerla de ir a cenar. Quería que ella se sintiera mejor pero, no podía disculparse o ella se sentiría mal. Ese beso bien podría caer en la categoría de acoso y Hana lo dejaría pasar pero, ¿por qué ella en ese momento no uso fuerza bruta para separarlos? Sentía que si llegase el día de luchar por él no podría hacerlo.