Fecha: 10 de diciembre de 2017
Lugar: Casa de mi abuelo, Calle de los Pinos #12, Santa Clara
Querido Dios,
Hoy, mientras colgaba las luces en el porche, recordé aquella Navidad de hace solo unos años. Tenía ya dieciocho, y mi abuelo y yo nos quedamos despiertos hasta tarde, en silencio, viendo cómo la nieve caía sobre el jardín iluminado por las luces del árbol. No había palabras al principio, solo miradas que decían más que cualquier conversación. El me abrazó, y en ese instante sentí que podía sostener todo el mundo dentro de ese abrazo: la seguridad de mi infancia, la certeza de que, mientras él estuviera allí, nada malo podría tocarme. Su aroma a madera y a viejas historias impregnaba el aire, y me aferré a ese momento como si fuera a desvanecerse de un segundo a otro.
Dios, no sé cómo enfrentar la idea de que ese abrazo pueda convertirse en un recuerdo lejano, en algo que ya no puedo tocar. Cada gesto suyo, cada sonrisa que hoy contemplo como una fotografía en mi memoria, se siente más frágil, más urgente. Me duele pensar que pronto podría desaparecer, que la risa que alguna vez llenó la casa podría volverse un eco silencioso.
Te escribo, Señor, porque estoy asustado. Por favor, no te lo lleves todavía. Déjame sentirlo cerca, déjame escuchar su voz y aprender de su mirada. Permítele quedarse, aunque sea solo un instante más, para que pueda recordarlo, abrazarlo, decirle cuánto lo amo antes de que la vida nos lo arrebate.
Sé que tus caminos son misteriosos y que no siempre comprendemos tus decisiones, pero te suplico, Dios, por favor, esta Navidad déjame retenerlo un poco más. Que podamos compartir otra noche bajo las luces, otra risa juntos, otra historia contada frente al fuego. Que sus manos sigan sosteniendo las mías, que su mirada siga iluminando mi mundo, aunque todo a nuestro alrededor cambie.
Hoy siento miedo, Dios. Miedo de un futuro sin él, miedo de perder lo que siempre ha sido mi refugio. Pero también siento amor, un amor que no desaparece y que me impulsa a pedirte esto con toda la fuerza de mi corazón: quédate con él, déjame tenerlo un poco más, aunque solo sea por una Navidad más.
Siempre tuyo,
Carlos
#28911 en Otros
#8746 en Relatos cortos
navidad en familia, familia amor dolor esperanza orfandad, cartas navideñas
Editado: 13.10.2025