Carta 25: De Dios para ti

Fecha: 13 de enero de 2019
Lugar: En tu corazón, querido Carlos

Querido Carlos,
He leído todas tus cartas, cada palabra escrita con lágrimas, cada ruego lleno de amor, cada recuerdo que guardas con tanto cuidado. He sentido tu dolor, tu miedo y tu amor profundo por tu abuelo. Y quiero que sepas algo muy importante: tu abuelo siempre estará contigo, porque el amor verdadero nunca se pierde.

Cada risa que compartieron, cada secreto, cada abrazo y cada Navidad que vivieron juntos, vive dentro de ti. Él sigue guiándote, no desde lejos, sino desde lo más profundo de tu corazón. Cada gesto de bondad que hagas, cada sonrisa que des, cada recuerdo que ates, será un homenaje vivo a su vida y a su amor.

Carlos, entiendo tu tristeza y tu miedo a perderlo, y sé que es difícil aceptar su ausencia física. Pero quiero que sepas que la vida y el amor no terminan con un adiós. Todo lo que él sembró en ti sigue creciendo, y esa luz nunca se apagará. Cada Navidad, cada momento que celebres con alegría y gratitud, es un puente que los conecta más allá del tiempo y del espacio.

Te pido que confíes en que tu corazón es un hogar seguro para su amor. No estás solo; yo estoy contigo siempre, guiándote y sosteniéndote. Permite que la tristeza se transforme en memoria viva y que la nostalgia se convierta en fuerza para vivir con amor, esperanza y gratitud.

Carlos, tu abuelo te enseñó a vivir con bondad y alegría. Ahora es tu momento de llevar esas enseñanzas adelante, de compartir su luz con el mundo y de encontrar consuelo en cada recuerdo que permanece en ti. Recuerda: donde hubo amor, siempre habrá luz. Y la tuya brillará cada vez más mientras honres su vida con tus acciones y tu corazón abierto.

Con todo mi amor y siempre a tu lado,
Dios