El oxígeno empezaba a faltarme.
¿Cuánto tiempo llevaba corriendo?
Menos mal que era cuesta hacia abajo….si llega a ser hacia arriba ya me habría dado por vencida. Estarían matándome, violándome o lo que sea mientras yo no pondría nada de resistencia.
Escuchaba varias voces….¿Cuantas personas podrían ser?, ¿3?, ¿4?.... ¿más?
Tampoco iba a pararme para contarlos.
Mi intención era esconderme ya sea detrás de un arbusto, en un árbol o en alguna caseta de las tres o cuatro que había en todo el bosque.
Pero esos mocosos iban pisándome los talones y no tenía margen para poder hacer mi movimiento de escape.
¿Sabéis que es lo mejor de todo? – notase la ironía – la estúpida rama de un árbol me abrazó el pie.
Exacto, eso significa que caí de bruces al suelo. Ese fue el espacio perfecto para que aquellos sasaengs me alcanzaran.
- ¡La tenemos! – habló una chica.
- ¡Corred, venid! – llamaba un niño al resto de personas.
Escuché pasos pisando hojas secas y partiendo algunas pequeñas ramas.
Me empezaron a coger de las muñecas y a aguantarme contra el suelo.
Tal y como suponía, la mayoría eran críos de 15 o 16 años. Grandes como para tener cabeza sobre sus actos, pero pequeños como para saber cuáles son los límites.
- ¿Por qué no dejáis esto? – dije intentando resistirme, aunque tampoco es que hiciera mucho esfuerzo - ¿Acaso no sabéis lo ridículos que os veis?
- ¿¡Qué dice!? – habló uno molesto - ¿¡No ves en qué situación estás!?
- ¿¿Acaso quieres morir?? – gruñó una de las chicas.
Por lo que podía ver entre las luces de las tres linternas que llevaban, había como cinco personas. Dos niños y tres niñas.
Tenían una manera muy tonta de perder el tiempo y de buscarse problemas completamente innecesarios.
- Lo digo enserio – solté – parad con esto si no queréis meteros en problemas. Aún sois muy jóvenes como para desaprovecharos de esta manera.
- ¡Deja de hablar! – soltó una mientras me dio una bofetada.
Esta situación me recordaba a aquel desastroso fan meeting….pero con una diferencia….una GRAN diferencia.
Esta vez no tenía nada de miedo. Estaba completamente tranquila, viendo la escena como si fuera una mera espectadora y no la protagonista.
- Golpearme solo os traerá más problemas – respondí con total naturalidad.
Hice algo de fuerza y pude quitarme de encima a las dos niñas que tenía.
Los duros días de ensayo han hecho que gane más fuerza y músculo. Me sentía muy orgullosa.
- De acuerdo – suspiré - ¿Qué queréis? ¿Qué deje BTS verdad?
- ¡Tú nunca debiste de ocurrir! – gritó una mientras amenazaba con pegarme con un palo.
- ¡Voy a matarte! ¡Por tu culpa mi hermana sigue en el calabozo! – gritó otra desesperada.
- ¿Tu hermana?
Estaba tirada en el suelo con la otra chica sobre mí intentando golpearme la cara. Por suerte sólo había podido darme una bofetada.
Del resto de golpes había podido defenderme.
- Por favor, cálmate – le decía una y otra vez.
Pero ella siempre me respondía con lo mismo.
- ¡NO! ¡Primero di en público que dejarás el grupo pedazo de guarra!
Siempre obtenía la misma respuesta pero con diferentes palabras.
Los chicos rápidamente nos rodearon.
- Ah….la hermana de aquella psicópata – dije intentando molestarla.
De alguna manera tenía que “vengarme”, aunque solo fuera molestando a una mocosa.
- ¿¡Te estás burlando de mí!? – gritó esta mientras se abalanzaba sobre mí.
Con facilidad la esquivé y, al estar cuesta abajo, ella cayó un par de metros deslizándose por el suelo.
Obviamente no se hizo nada, habría ido detrás de ella si estuviera en peligro, pero un par de raspones no le harán nada malo.
- A ver, entiendo que queráis que me vaya, soy una chica en un grupo de chicos, a mi tampoco me gustaba la idea. Pero, al fin de todo, ellos son lo mejor que me ha pasado.
- ¡No te jode! ¡Cualquier army quiere tu puesto!
- Imagino los frustradas que tenéis que estar, pero esto no fue decisión mía. Entendedlo – intentaba hablar de la forma más humanizada posible.
- ¡No! ¡Tienes que irte! Y si no lo haces por las buenas, será por las malas – gritó una voz detrás de mí.
Me giré al ver a la chica que se había tropezado volviendo a saltar sobre mí.
Esta vez había una diferencia: tenía un pequeño cuchillo.
- ¡NO! ¡LeeSae! – gritaron sus amigos.
LeeSae….no olvidaré ese nombre, ni ese ni la cara de su hermana en el fan meeting.
De nuevo la esquivé.
- Voy a acabar contigo – respondió furiosa mientras se preparaba para saltar de suevo.
- ¡Para LeeSae! – intentó agarrarla del brazo una de las chicas.
- ¡Si! Esto no es lo que habíamos planeado – le dijo uno de los chicos.
- ¡Sólo íbamos a asustarla!
Todos empezaban a ponerse en contra de la tal LeeSae.
- ¡Me da igual! Esto lo hago por los chicos de BTS, por mi hermana y por todos los armys del mundo – gritó mientras, por tercera vez, se abalanzaba sobre mí, pero esta vez con el cuchillo.
Al igual que antes, con un simple movimiento, la esquivé.
- ¡(TN)! – escuché una voz llamarme.
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Jin y yo llevábamos bastante rato andando por el bosque y gritando su nombre.
Pero no había respuesta.
- ¡Me estoy desesperando! – gritó Jin al borde de la locura.
- Cálmate Hyung, seguro que está bien. Ella es muy fuerte.
Realmente lo era….no conocía a ninguna otra chica que la superara.