8:00 AM
Despues de unas largas semanas de recuperación, hoy vuelvo a clases. Tengo muchas tareas y actividades pendientes que debo entregar a la brevedad posible.
A decir verdad, extrañaba mucho la escuela y las tonterías que siempre platican en las aulas. No, extrañaba algo más a todo eso. Victoria, es raro, pero entre mis pensamientos siempre estaba ella.
"Victoria me gustaba mucho desde que eramos niños, pero siempre me detenía al pensar que se podía perder una gran amistad ".
Su perfume y su presencia ya se habían convertido en algo necesario en mi día a día. No sentir su presencia me ponía tan de malas que todo a mí al rededor eran indiferentes. Ella era tan necesaria para sentirme bien.
Aunque claro, platicar con ella cada mañana es reconfortante, incluso al comer durante el receso es especial, lo poco o mucho que comparto de tiempo con ella es magnifico.
Me pongo a pensar en esa preciosa piel blanca, esos marrones y claros, sus labios finos y rojos, ese cabello ondulado y castaño claro que reposa sobre sus delgados y delicados hombros... Y esas caderas tan sensuales que me hacen enloquecer. Belleza natural de Victoria.
—¿En que piensas Gael? —pregunta Victoria sonriente mientras se sienta a mí lado—. Ya era hora de que regresaras a clases, te has perdido mucho... Bueno, realmente no de tanto... ¿Sabes...? El tiempo que te ausentaste ha sido dificil, no es lo mismo..., pasaba los recesos comiendo sola y sin escuchar una sola de tus quejas, que aburrido era. —Mis ojos se abrieron completamente al escucharla hablar de esa manera—. Te extrañaba mucho Gael...
¡¿Qué?! ¡¿Victoria me extrañaba mucho?! No sabía que estaba pasando pero me emocionaba escucharla hablar así. Mi corazón se aceleraba al ver su mirada tan fija a la mía y esas mejillas tan sonrojadas.
"¡Me extrañaba Victoria!".
—Eres una boba Victoria, obvio nada es lo mismo sin mí en el colegio —dije nervioso mientras rascaba mi nuca—. ¿Sabes?... Yo también te extrañe... mucho, a decir verdad, pensaba mucho en ti... Pero... Aquí estoy de nuevo —Los labios de Victoria temblaban de emoción y sin más nos dispusimos a comer nuestros lonch.
Tan pronto la hora de receso terminó, nos dirigimos a clase, el día se pasó muy rápido, y creo es porque estaba con Victoria. Tiene ese poder de transformar las horas en minutos y los minutos en segundos. Ella tiene esa magia.
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Editado: 05.06.2019