3) Sacrificio

Capítulo 8: El ataque

 

 

 

 

 

 

 

 

Tamara

 

 

La noche ha llegado rápido, así que debemos esperar atentos la llamada de Luke y Rubby, pero no es así. Con mi hermano, tomamos asiento pensando y pensando sin parar y es ahí cuando los guerreros aparecen detrás de las sombras de la habitación en la cual estamos. Ellos vendrán para terminar con Luke y con todos los que tratamos de ayudarlo.

 

—Ya basta —digo al ver como se adentran en el lugar.

 

—No se irán —responde mi hermano—. Llevaremos a cabo el plan.

 

—Pero los chicos no están aquí.

 

—Los traeré y haremos su plan.

 

—¿Su plan?

 

—Así es, luego iremos por Castiel.

 

—¿Cuál es su plan? Nosotros teníamos un plan…

 

—Te engañé… sé lo que pasará, pero no te va a gustar, Tamara, seguiremos el plan que hizo Rubby.

 

—No, me rehúso a seguir ese estúpido plan. Sé que no habrá vuelta atrás después de eso.

 

—Lo sé, pero es la decisión de ella. Tú no puedes hacer nada, deja que salve al mundo.

 

—No, no entiendes que todos los que tratan de hacer lo correcto mueren. No quiero que le pase nada malo a Rubby, es mi bebé.

 

—Sabes cómo son las cosas. Rubby tiene la marca al igual que Jenna Talbot la tenía. 

 

—Pero…

 

—Pero nada, lo sabes, Tamara.

 

—Lo sé, solo que no quiero creerlo. No quiero que ella salga herida.

 

—Seguiremos su plan.

 

Asiento mirando sus ojos, notando que el guerrero sigue aquí. Luego de un par de segundos, Luke, Rubby, Isaac y Jake aparecen en medio de la sala. En ese preciso instante, los guerreros toman parte de la jugada. El primer movimiento lo hicieron con Isaac, al encerrarlo en la casa.

 

—¿Qué? —Pregunta Rubby al llegar al apartamento.

 

—Seguiremos su plan —responde Dios.

 

—¿Tú estás de acuerdo con eso? —Se atreve a preguntarme mi hija.

 

—Sí, aunque me duela, pero ya es demasiado tarde.

 

—La marca —dice Luke y mira a Rubby a los ojos—. Lo lamento mucho, Rubby.

 

—No, está bien… —Contesta ella mirando, y yo miro a mi hermano.

 

—¿Dónde se llevara a cabo?

 

—En el Olimpo.

 

—¿Para rescatar a Castiel?

 

—Así es —responde Rubby.

 

—Pero los guerreros ya están aquí.

 

—Sí, pero esperan nuestro movimiento. Si no hacemos un movimiento, ellos seguirán esperando.

 

—Muy bien, creo que debo hablar con Castiel, no… tengo que… —Comenta mi hija mirándome a los ojos.

 

—Sí, por supuesto —dice Dios y luego me mira—. De igual manera, todos iremos al Olimpo.

 

—¿Nos llevarás?

 

—Sí. Tamara, entretén a los guerreros.

 

—No —comenta Luke—. La batalla será aquí. Al que tienen que traer aquí es a Castiel. Seguiremos mi plan, no quiero que alguien más salga herido por mi culpa.

 

—¿Qué? No, Luke, ya hablamos de esto.

 

—Seguiremos mi plan, Tamara, hace una barrera. Jake, Isaac hagan un hechizo para acabar y herir a la Oscuridad. Dios, tú trae a Castiel lo más rápido posible. Rubby, tú y yo esperaremos la señal.

 

—¿Qué señal?

 

—El ataque de los guerreros. ¿Todos de acuerdo?

 

—Sí.

 

—Sí.

 

—No —dice Rubby—. No me pienso quedar esperando, mientras que haya gente muriendo.

 

—Todos a sus puestos.

 

Voy a la entrada de la casa y veo a la luna por un par de segundos, pero luego cierro mis ojos, y hago la barrera con la luz de la luna justo en la entrada para que los guerreros no salgan ni puedan ingresar hasta que Castiel llegue de una vez por todas.

 

Jake e Isaac aparecen justo a tiempo con los hechizos; mi hermano sale en la búsqueda de Castiel. Todo está tomando forma, nos reunimos en el comedor y esperamos a Castiel y a mi hermano.

 

—¿Falta mucho?

 

—No lo sé, Rubby —dice Luke.

 

—¿Todo listo?

 

—Todo.

 

—Perfecto.

 

Sonrío amplia al escuchar la puerta de entrada, pero luego veo como Rubby agarra un arco y flechas, y guarda unas dagas chinas para luego dar armas a los demás.

 

—¿Son ellos? —Pregunta Jake.

 

—No lo creo —dice Luke respondiendo a la pregunta de Jake.

 

—Entonces… —murmuro acercándome hacia la puerta—. ¡Nos atacan! —Grito al ver como la barrera está rota.

 

—¡Mamá! —Exclama Rubby al ver como los guerreros aparecen en la sala.

 

De inmediato, voy a su lado y la guerra comienza. Los movimientos son fuertes y delicados. Rubby lanza sus flechas; Jake y Isaac luchan y lanzan sus hechizos a los guerreros. Yo trato de que los guerreros sigan mis órdenes, pero Jenna llega de la nada y me mira a los ojos con una enorme sonrisa, mientras se acerca hacia mí.

 

—Hay un cambio de planes, ellos ahora me pertenecen.

 

—Eres mi creación, al igual que ellos. Tú y ellos me pertenecen.

 

—Ya no, porque evolucioné. Soy mucho más fuerte que tú.

 

—Serás más fuerte que ella, pero no más que yo. —Aparece Rubby con una enorme sonrisa sobre sus labios y se lanza sobre el cuerpo de Jenna.

 

—Ya basta.

 

Veo como uno de los guerreros ataca por la espalda a Rubby.

 

—¡Rubby! —Grito lo más fuerte posible.

 

Veo como ella cae al suelo, entonces, el guerrero le clava una espada a Jenna en la espalda.

 

—Gracias —dice mi hija y se va poniendo de pie.



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En el texto hay: angeles, demonios, sacrficio

Editado: 17.07.2021

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