No podía contener la risa al ver a April esposada a ese par de idiotas, era de lo más divertido que había observado en años. La pobre ya había perdido la paciencia y se notaba las ganas que tenía de asesinar a Logan y a Colín, no entendí qué había pasado antes de mi llegada, solo tenía claro que Austin estaría en grandes problemas cuando su hermana se liberara de las esposas.
A pesar de que mi amiga se encontraba en aquella situación, seguía dando órdenes a todo el mundo. Por otro lado, si le prestaba la suficiente atención parecía que ambos chicos se querían matar ―sus miradas lo decían todo―, pero al estar April en medio se controlaban.
―¡Quiero que todo esto salga bien, que no se cumplen 18 todos los días!
―Entendido.
Todos nos pusimos manos a la obra. Sobre las doce del mediodía abandoné la mansión de los Brown, había quedado con Asher y Chelsy para empezar el cumpleaños de ambos hermanos, sus regalos estaban en el baúl, así que no debía preocuparme de ellos.
El cine y el almuerzo habían ido de maravilla, se notaba que ambos hermanos estaban felices, me alegraba por ello. Solo faltaba que April llamara a mi prima y allí empezaría todo, pero hasta ese momento me aseguré de que lo pasaran bien.
Asher se le iluminaban los ojos con cada pequeño detalle, era asombroso ver la felicidad que irradiaba por el lugar. Por otro lado, su hermana se encontraba inmersa en sus pensamientos, parecía que algo la atormentaba.
Chelsy se encontraba alterada por la llamada que le había realizado April, por lo que entendí mientras hablaban se trataba de una de nuestras emergencias, porque pasamos por una heladería en busca de helado de chocolate y vainilla.
Tocamos el timbre de la mansión, una de las empleadas nos abrió y nos informó que April se encontraba en el living, asentimos y nos dirigimos lo más rápido. Nada más llegar vimos a April ocultando su rostro entre sus piernas, ignorando todo a su alrededor, Chelsy se sentó a su lado y la abrazó con mucha fuerza, dejando el bote de helado a un lado.
April hizo un leve gestó para que todos los invitados salieran de sus escondites y gritaran “Feliz cumpleaños”. La sala se llenó de los amigos de Asher y de las personas más cercanas a Chelsy, ya que ella luego celebraría sus dieciocho a lo grande.
Era lindo ver a los amigos de Asher disfrazados y revoloteado por todo el lugar. Seguía sin entender como ambos hermanos habían logrado que sus padres les dejaran hacer una fiesta en la mansión.
Todos los invitados nos encontrábamos en el jardín, este se encontraba decorado por muchos globos, luces de colores y lo mejor de todo era la proyección al aire libre que habíamos realizado.
La tarde transcurrió entre muchas risas y escenas a recordar. De la nada las luces se apagaron, mi madre junto a mis tíos sostenían los pasteles de ambos: mi madre era la llevaba el de Asher mis tíos el de Chelsy.
Quede sorprendida al ver como había quedado el pub de Kyle, y lo mejor de todo era que el sitio era solo para nosotros. Toda la decoración era morada y plateada, no había visto el lugar hasta ahora, ya que los hermanos Brown se encargaron de contratar a una agencia para que se encargaran del lugar: aún estando al tanto de los planes que tenían ambos hermanos, no nos mostraron las imágenes de como estaba quedando el pub.
El Blue Diamond estaba repleto de estudiantes, la gran mayoría eran nuestros excompañeros, con los que Chelsy se llevaba bien. En realidad todos éramos muy unidos, se podría decir que éramos un gran piña.
La noche empezó fuerte, nada más llegar con la cumpleañera nos tendieron unas pulseras plateadas y para Chelsy era dorada. Por lo que nos explicó la chica, con estas pulseras teníamos acceso a áreas que se consideraban restringidas, pero que por aquella noche las podíamos usar en cualquier momento, solo debíamos pasar la pulsera.
Aunque al principio mi prima se encontraba disgustada por el traje que había elegido April, con el paso del tiempo se olvidó y empezó a disfrutar de la fiesta. El traje que le había seleccionado April era el de Catwoman, este se ajustaba perfectamente a su figura y le resaltaba sus atributos. Se trataba de un traje de látex negro, tenía una máscara que le cubría gran parte del rostro y lo mejor de todo eran las orejas y la cola ―esta última parecía tener vida propia, ya que se movía según las emociones que ella sentía―.
Por otro lado, yo elegí un disfraz de emperatriz egipcia. Nada más verlo en el escaparate de aquella tienda, quede completamente enamorada de ella, se podría decir que fue amor a primera vista, pero lo mejor de todo aquel atuendo eran los tacones que llevaba, eran muy altos.
Con el paso de las horas todas nos acabamos dispersando, pero al menos disfruta de la fiesta. Me tomé alguna que otra copa, sin excederme, aún era consiente de que luego era yo la que debía conducir.
Bailé con unos cuantos compañeros, lo mejor fue que en algún punto de la noche me lie con el que había sido mi crush durante varios años en el high school. Aquel era un sueño cumplido, pero toda aquella magia terminó con una simple llamada, por más que la ignoré varias veces, él siguió insistiendo: maldito demonio.
Muy a mi pesar me despedí de Alan, estaba rabiosa con aquel individuo. Esperaba que no me hiciera ir con él, al menos no esta noche, quería que me dejara disfrutar de la noche y sobre todo de Alan.