30 Días

Capítulo 23: Después del susto

Darren

Quedé en shock al escuchar que Emily había tenido un accidente. Me dio igual estar en pijama y que el mundo entero me viera, lo único que deseaba era verla y estar a su lado. 

De camino al hospital aproveché para llamar a su familia y a mi hermana para informarles de lo que había pasado con Emily. Todos quisieron venir, pero les pedí que no lo hicieran, que lo mejor era esperar a ver su progreso, muy a su pesar acabaron aceptando. 

Al llegar al hospital la única información que me pudo dar la enfermera fue que Emily se encontraba en cirugía y que su estado era crítico. Ni siquiera sabía como habían pasado los hechos y la policía se encontraba en el hospital.

 

Con el paso de las horas la desesperación era la que me carcomía por dentro, y aquella sala, a pesar de estar repleta de gente, se sentía vacía y fría. En algún punto de la madrugada caí en cuenta que ni Matt, ni Kyle habían asomado sus cabezas por el hospital, y eso era raro en ambos: teniendo en cuenta que para ellos Emily es como una hermana menor

Agarré el teléfono y le marqué a Matt, al no recibir respuesta alguna al primer intento lo volví a intentar. 

“Dime Dar, ¿por qué tanta insistencia?”

“Ella está muy mal, la han atacado”

Me costaba pronunciar las palabras sin romperme otra vez en llanto, aunque sabía que llorar no era malo, la gente me iba a ver débil, aunque no me importaba en absoluto.

“¿Y qué quieres que haga? No soy médico.”

Me quedé de piedra al escucharlo hablar, era como si no le importara su amiga. La ira fue lo que se apoderó de mi ser, no entendía que cojones le pasaba. 

“Reverendo imbécil, te llamó porque sé que ella os importa. Sé que es como tu hermana pequeña, si está entre la vida y la muerte es por tu culpa.”

De la ira que sentía le colgué, sin siquiera darle tiempo a responderme.

 

Cuando al fin salió la doctora, el alma me volvió al cuerpo. Al fin iba a  saber de su estado, pero nunca estuve preparado para lo que me dijo: Emily había tenido un aborto a causa del accidente, también había recibido varios impactos bala ―de las cuales una estuvo muy cerca de perforar su corazón―, y encima tenía varias fracturas ―las costillas y el fémur―. Aquella noche la pasaría en la UCI.

Con tanta información me había abrumado. Ni siquiera sabia que estábamos esperando un hijo y cuando me entero sé que esa posibilidad se ha esfumado. 

―¿Puedo verla?

―Claro, pero solo tendrá cinco minutos para ver a la paciente. 

―Muchas gracias.

Seguí todos los pasos que me dio la doctora para poder acceder a la UCI, me puse la mascarilla quirúrgica, una bata azul, un gorro y en los zapatos llevaba una especie de fundas que los cubría. 

Me guio por el pasillo, pero antes de que llegáramos a la habitación en la que se encontraba se fue, alegando que había un paciente que había entrado en paro cardiaco. Al pasar por su habitación, a través del cristal pude ver como un desconocido se encontraba ante ella, en mi vida lo había visto.

Me asusté pensando que le podía ser uno de sus agresores, que había llegado hasta ella para acabar con su vida. Pero me di cuenta de que todo aquello fueron simples paranoias mías ya que en los minutos que lo estuve contemplando no hizo ningún gesto raro que me diera indicios de que la iba a atacar.

―Siento que estés en esta situación ―Le dijo el desconocido. Sus palabras se sintieron tan ciertas que una parte de mí se molestó por su presencia.

En el momento que iba a abrir la puerta, me asusté porque las máquinas emitían un ruido raro, y aquello no era nada bueno. Con el miedo recorriendo cada centímetro de mi piel, corrí por los pasillos para llamar a un doctor.

 

Pensé que en la sala de espera me toparía con él, pero no fue así, por lo contrario, me topé con el par de imbéciles que decían ser nuestros amigos. Cada minuto era una auténtica tortura, la incertidumbre de no saber qué pasaba con ella me la carcomía por dentro. Mi mundo se derrumbó cuando la doctora nos informó de que le habían reanimado porque su corazón había dejado de latir. 

Saber que en menos de veinticuatro horas la había perdido en varias ocasiones, era jodido. La vida era tan corta que una mala decisión te lo puede arrebatar todo en un abrir y cerrar de ojos.

Matt y Kev me estuvieron reconfortando, quería enviarlos a la mierda por como habían actuado antes, pero no pude. Ellos eran incondicionales e importantes en nuestras vidas. 

―Lo único que le puedo decir es que las próximas veinticuatro horas son claves para ver su progreso. Es un milagro que haya resistido tanto. A pesar de las múltiples heridas y golpes que ha sufrido la paciente, no se ha dejado vencer. Ha sido un milagro que la bala no perforara ningún órgano vital.

 

 



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En el texto hay: mafia, carrerasilegales, amor

Editado: 01.03.2023

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