30 días para enamorarme

Dia 27

Despierto en mi cama,no tengo idea de como abrió mi departamento si ni siquiera le di mis llaves que estaban en mi bolso.

Seguía con sueño y mi cuarto me parecía raro,más por que Paulo no estaba conmigo,me froto los ojos y me estiro para levantarme de una vez.

Salgo de la cama y me fijo en mis colchas que no eran las mías,ahora viendo bien el lugar está no era mi casa,el tramposo me trajo a su departamento al quedarme dormida por eso se escapo para que no lo viera.

-¡Paulo!-lo llamo de un grito y no viene,así que yo voy hacia él un poco enfadada,la verdad que por una estupidez pero quien entendía mis emociones.

-Paulo se puede saber que hago aqui-reclamo mirándolo que esta de espaldas en la cocina.

-Esta es tu casa y no te lleve allí por que no encontré las llaves,esa es mi respuesta-me dice sin dejar lo que hace.

Buena excusa y no tenía por qué estar molesta,ya sucedió para que me malogro el día enojandome por nada.

-Te pedí una cosa pero bueno,¿Que haces?-le sonrio cambiando mi actitud

-Me pone contento que hayas dejado el tema por la paz

-¿Qué haces?-vuelvo a preguntar,tratando de ver por sus costados

Doy saltos para lograr ver y nada,me lo tapa peor,apropósito.

-Me puedes mirar-pido haciendo puchero para que me muestre lo que hacía.

-Es una sorpresa que aun no puedes ver asi que no trates de convencerme,cámbiate y te la muestro

-¿Como sabes que no estoy cambiada?-me miro y tenía puesta solo su camiseta

-Te conozco y se que saliste tal como estas solo para regañarme

-Bueno si-admito-Has ganado por esta vez-hago como si me fuera dando pisadas falsas en el camino para que baje la guardia.

-¡No me engañes y ya ve a cambiarte!

¿Este hombre tenia ojos en la espalda o que?No hice ningún movimiento para que me note,seguia en mi misma posición y él ni siquiera se movió.

-Soy intuitivo por eso-acota,¿ahora me leía la mente?

-Que sabido ahora si me voy-doy pasos retrocediendo y me escondo detrás de la pared

-Se que sigues allí Becca,anda a cambiarte

-¿Como sabes que sigo aquí?-reprocho saliendo de mi escondite

-Te conozco y no eres fácil de convencer,se que veras todos los modos antes de irte,no me haces nada fácil así que ya anda que no daré mi brazo a torcer con este tema.

-Yo tampoco

-Ve Becca si no quieres perderte la sorpresa por que si la ves ya no te la dare y tampoco te besaré en todo el día.

-Eso es un soborno me quieres manipular

-Si para ti sono así no es mi problema-se hace el santito,bien que sono asi-Anda a la habitación de una vez

-Okey lo hare-acepto,no para darle gusto sino por mi regalo.

Me doy un baño lo más rápido posible y salgo ya cambiada para la sala,tomo asiento tranquila sin mostrar mi ansiedad.

-Bueno mi fiera-se da la vuelta y recién pone su mirada en mi-¡Que guapa!-viene hacia mi a darme un beso.

-¡Alto!..Dame mi sorpresa-lo detengo a medio camino

-Primero mi beso sino nada-muestra su cachete

-No te pongas engreido-le digo tratando de ver lo que puede haber en la cocina

-¡Quien habla de engreídos,la máxima mimada!-pronuncia y le doy mala cara,soy caprichosa si pero no engreída y si,si lo era es por que él me volvió así.

-Pues me voy a mi casa-hago el ademan de levantarme,para preocuparlo en vano.

-No amor-se me acerca-Es solo un chiste-acaricia mi rostro

-De parte mía tambien-sonrio,cayó como niñito a mi juego.

-¡Te pasas!-me regaña y pasa a abrazarme,cada vez amaba más sus abrazos.

-Quiero mi sorpresa-recuerdo,asiente y va por ella.

Veo que vuelve con una bandeja de la cual no puedo ver mucho por lo ancha,solo que también venía con un pote.

-Te prepare unos bocadillos que me enseñaron en España-los coloca a la mesa,eran bolitas fritas de harina como las boliqueso,tenían fritura de cachanga-Son buñuelos,espero te agraden además prepare una rica compota de durazno,bueno eso lo mande a preparar ayer,se cuanto te gusta.

-Me encanta-digo ya metiendo uno a mi boca,es suave y espongoso,a la vez que crujiente,es dulce y no salado como pensé que sería-Amo el detalle-hablo con la boca llena,no puedo dejar de comer,están deliciosas.

No pense que Paulo me prepara algo y más tan rico,es un hombre completo,buen cocinero que escondía sus dotes culinarios.

-No me imaginaba que seas tan bueno menos cuando no tienes nada en el refri

-Soy un flojo y ando ocupado en el trabajo que ni tiempo tengo pero para ti,siempre lo tendre-viene a mi y me da un beso en la frente,así que es un cocinero de lo que me vengo a enterar recien-Eres lo más bonito que ha tenido mi vida.

-Y tú en mi vida,estoy feliz de haberte encontrado-declaró y le meto un buñuelo a la boca,embarrado con el durazno.

Coge la cuchara y me da de comer de esta compota,manchandome los labios en el proceso.

-No le atinaste

-Ese no era mi objetivo-dice,me lame el labio superior luego el inferior para despues apropiarse de mi boca,un aprovechado total.

Terminamos y le pido que me lleve a casa un rato,queria ver a mi hermano para estas horas ya habría salido de prisión,necesitaba cerciorarme que este bien,hace mi pedido y nos dirigimos para allá,no se por que estaba tan consentidor,hacia todo lo que decía sin reprochar,raro en él aunque creo que ser tan romantico era su otra cara,la cual empezaba a conocer recién y me encantaba.

Abro mi puerta y lo encuentro llorando echado en las piernas de Kaí,me mataba verlo así de afectado.

-Siento que no podré..¡Que voy a hacer!-chilla abrazándose más a ella,no entendia a que se refería-¡Que hago!¡Que hago!

-Estas haciendo todo lo que esta en tus manos-lo acaricia y junta su cabeza con la de él,mostrandole su apoyo,levanta su mirada y me ve,ahí recién me digno a hablar.

-¿Que pasa?-pregunto y se miran entre ellos,como nerviosos sin saber que decir.

-Creo que llegamos en mal momento-me susurra Paulo,niego y vuelvo a preguntar.




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