TRES
(27 días restantes)
—¿Cómo es posible, Eden? ¡Va a casarse! —gritó mi madre una vez que Kyle ya se había ido.
Mi madre había sido mi mejor amiga desde que nací por lo que podía entender perfectamente como me sentía.
No pude contenerme y de nuevo unas lágrimas resbalaron por mi rostro. Mi madre me abrazó cuando se percató de que estaba llorando.
—Vamos, no es el único chico en el mundo.
Típica frase de una madre cuando te ve sufrir por un chico.
—¿Cómo se supone que vaya a la boda y finja estar feliz? En tan sólo veintisiete días lo perderé.
—¿Y qué piensas hacer? ¿Impedir la boda?
Me detuve a pensarlo por un momento. No sería capaz, no fui educada para destruir la felicidad de los demás sino para celebrarla... Aunque de todas maneras podría intentarlo.
—¿Qué estás tramando Eden?
Era injusto. Me enamoré desde el primer segundo en que lo vi y pasé mucho tiempo esperando como para que alguien más tan sólo llegue y me lo arrebaté. Entonces, ¿qué pasaría si accidentalmente la boda no puede llevarse a cabo?