Estuve varias horas hablando con aquel tipo para asegurarme de que podría confiar en el, y contarle el gran secreto que guardaba, se expresaba de una forma algo extraña, le hice varias preguntas con el fin de concerle, otras para saber que nivel de conocimiento tenía en cuanto al temá de la física, y como era de esperar, y más habiendo pasado mil años, su nivel era muy superior al mío, contaba cosas que yo jamás habría sido capaz de concebir.
Aquel hombre tampoco insistía en que le contase nada, eso me hacía sentir más tranquilo, pude ver en sus ojos que era una buena persona, así que me decidí a dar el paso.
-Bueno Izan -dije-, es un verdadero placer conocer a alguién como tu.
-Muchas gracias -me dijo sonriente-, el placer es mútuo.
-Ahora te voy a contar por qué te he traido aquí, es algo que de momento no debe saber nadie, me estaría jugando la vida en ese caso, así que quiero tu palabra de que nada de lo que te diga saldrá de aquí.
-Tienes mi palabra -dijo Izan- prometo no decir nada.
-Esta bien -dije-, aunque primero tantearé un poco... ¿Qué sabes exactamente del caso del “Hombre caído del cielo”?
-La verdad es un tema que ha impactado mucho en todo el mundo en pocos días -decía-, yo al ser físico me pregunto como puede haber sido posible, tuve la oportunidad de ver el vídeo en el que un inmenso tubo de luz cae del cielo dejando caer a alguién, como si ese alguién viniera de otro lugar. Hay mucha gente investigando el caso, agencias de inteligencia privada, detectives de lo paranormal, el presidente ha llegado a advertir a los ciudadanos de que puede ser un ente de otro planeta, y que puede hacernos daño, hoy mismo ha salido una noticia de un hombre que testifica diciendo que vió a ese “ser”, que aparentemente es humano, y que le durmió y le robó su vehículo para huir.
Evidentemente yo no sabía nada de todo esto, así que lo de contárselo quizá podría traerme problemas, así que se me ocurrió algo, se lo contaría en tercera persona, como diciendo que yo conozco a ese chico, de esa forma podría cubrirme las espaldas en caso de que la cosa se torciera, y eso me permitiría indagar sobre el tema con la ayuda de Izan, que obviamente no rechazaría para nada el intercambio de información, ya que por mi parte era una información muy valiosa.
-¿Que te pasa chico? -Me dijo-, te has quedado muy pensativo.
Yo seguí en silencio, observando su expresión facial, sus reacciones, en ese momento una palabra mal dicha podría cambiar todo el futuro, así que antes de decir nada, pensé en el abanico de posibilidades que podrían abrirse según lo que le dijera. Tampoco podía irme de allí, quizá él fuera más listo que yo y sospechase algo, además, no debía deshacerme de el porque era lo único que tenía para aferrarme en ese momento, el único que me podía ayudar, el que tendría las respuestas que andaba buscando, así que tenía que decidirme rápido, el tiempo corría en mi contra, y más sabiendo el testimonio del hombre al que le robé el aeromóvil. Si la ISC y otras agencias de inteligencia siguiesen investigando, que lógicamente lo harían, podrían dar rápidamente con mi ubicación, por lo tanto debía tomar una decisión.
Muchos pensamientos pasaban por mi cabeza a toda velocidad, hasta que por fin le miré directamente a los ojos.
-Bueno… -contesté-, la verdad es que para ser sincero… Yo conozco a ese chico…