Esta etapa muchas veces te parecerá que estás cansado, que no tienes impulso para actuar, sin embargo, es un estado de paz en que ya no tan fácilmente te hacen reaccionar las inclemencias de la vida diaria. Esto te brinda de un aire de seguridad para actuar y analizar las situaciones, planes y conocimientos, así como oportunidades que se te presenten. Ya no te derriban tan fácilmente. Tendrás muchos recursos de que valerte para tu propia ayuda y la que brindas a los demás. Fortaleces más el sentimiento por servir al prójimo, con la gran diferencia de nunca volver a caer en ser sirviente.