Eli me estaba dibujando, estaba casi segura de eso. Sé que a ella no le gusta admitirlo, pero cuando te mira de reojo cada 30 segundos es porque te está dibujando. Me pregunté si tal vez debería posar, pero luego abandoné la idea. Eli se enojaría si llegara a moverme.
Andy es un chico que Eli conoció a los 15 años, a través de uno de los juegos online con los que ella estaba obsesionada. Con el tiempo se dieron cuenta de que ambos vivían en la misma ciudad y se enamoraron de forma rápida. Eli había sido la primera de nosotras en tener novio y por supuesto que lo odiábamos. Bueno, no tan así.
Cuando una de tus amigas se enamora, prácticamente se pierde en un mundo de rosas y corazones de los cuales es imposible separarla. Vimos el nombre de Andy escrito en todos sus cuadernos y varios dibujos de él también. Era desesperante. Fueron los peores meses para nosotras. En esos tiempos ni siquiera podíamos ver Disney Channel seriamente.
Eli había dejado de asistir a nuestras reuniones de “emergencia” o de “último minuto” durante un tiempo, porque siempre tenía un mejor plan que hacer con Andy. A veces solo se dedicaban a jugar todo el día en sus computadores en casa de Eli, pero ellos eran felices estando juntos. Yo no lo entendía, pero se supone que debería haber estado feliz por ella.
Al principio fue una locura, claro, todas estábamos emocionadas porque Eli tenía su primer novio (aunque nos enteramos 2 meses después de la noticia) y nosotras la apoyábamos al cien por ciento. Cuando los meses pasaron y nos dimos cuenta de que ya casi no veíamos a Eli fuera de clases, comenzó a frustrarnos. Eli era nuestra, no de Andy.
A pesar de nuestros celos irracionales, dejamos que ella sea feliz, se lo merece, es la chica más enojona y extraña que he conocido en mi vida, por eso al ver que Andy aceptaba todo eso de ella me hizo soportar la tortura.
Al año siguiente, cuando Eli cumplió 16, Andy le informó que tendría que irse a Oregón con su familia y todas pensamos que ese sería el final para su relación. Teníamos todo preparado para animar a Eli en esa etapa difícil, pensamos que se pondría triste y que lloraría semanas, pero no, ella no derramó ninguna lágrima porque Andy y ella seguirían juntos en una relación a distancia.
¡Todo el mundo sabe que las relaciones a distancia no funcionan! Pero Eli y Andy no. Tal vez ellos tengan razón, tal vez yo soy muy pesimista y veo todo de color blanco o negro, tal vez la relación entre Eli y Andy duraría para siempre. Pintar el mundo color rosa, no era mi especialidad, por eso era mejor mantenerme callada, no quería terminar discutiendo con Eli respecto al tema.
Hubiera querido replicar, pero en ese momento la vista se me desvió hasta el mesón del restaurante. Ahí, justo en la vitrina de las galletas, se encontraba el ser más detestable de este planeta.
Elliot.
Eli saltó de su asiento por mi reacción.
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Editado: 14.05.2019