3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 12: Elaine

Sabía que tenía que apresurarme en ir al correo y enviar el Cd que había comprado para Andy, pero todo en mí se negaba a hacerlo. Desenvolví el paquete en donde venía envuelto el Cd de aquella banda extraña y lo puse a reproducir en mi equipo de música que tenía en mi habitación. A Andy no le importaría que lo hubiera escuchado antes de regalárselo.

Para mi desgracia, aquella banda era malditamente buena. La escuche toda la tarde después de llegar de clases y me senté en el asiento del escritorio para averiguar más sobre esta banda en internet. Terminé por descargar otro disco y me aprendí las 3 primeras canciones del disco que había comprado. A Andy no iba a gustarle el disco, o por lo menos no de la misma forma que a mí me gustaba.

Tal vez es más conveniente mandar una bufanda por correo que un Cd que podría romperse.

Al día siguiente, eso fue lo que hice, Carter me acompañó al centro comercial y compré una bufanda y la envié por correo junto a un dibujo que había hecho de Andy durante las últimas semanas. En aquel dibujo había retratado su rostro y su cuerpo abrazado al mío mientras caminábamos por el parque, esperaba que él lo amara tanto como yo.

El costo de envió me había resultado aún más caro que el propio regalo, pero acepté pagarlo de todas formas, ya que sabía que Andy sonreiría al momento de ver el paquete con mi nombre.

  • ¿Qué hacemos ahora?- Me preguntó Carter. Yo me encogí de hombros.
  • ¿Irnos a casa?
  • Eres aburrida. Una niña cursi y aburrida.
  • Habla la menos cursi. – Dije con sorna.
  • Quiero ver libros. ¿Me acompañas a la librería?- Sabía que aquello no era realmente una pregunta. Carter me haría ir con ella a la librería aun cuando yo no quisiera. Para mi suerte, a mí no me molestaba ir a las librerías con ella, ya que después de que ella se comprara los libros y los leyera, me los prestaba.

Carter se aferró de mi brazo izquierdo y juntas caminamos por las calles hasta llegar a la misma galería en donde había comprado el Cd de Blink 182, inmediatamente me quede de piedra al notar que Carpi pretendía entrar a la misma galería.

  • ¿Qué sucede? – Me preguntó ella. Me replanteé el hecho de que tal vez debí haberles contado a mis amigas acerca del chico de la tienda de música que intentó coquetear conmigo pero que finalmente me había dicho fea, pero luego me imagine diciendo a mis amigas un sin fin de planes ridículos para emparejarme con alguien más que no fuese Andy. – Nada, ¿aquí hay una tienda de libros? ¿Desde cuándo?
  • ¿Desde siempre?- Carter me miró como si fuese una tonta, al final la seguí local adentro.

Pasamos por afuera de la tienda de música y yo concentré mi mirada en cualquier otra cosa hasta entrar a una librería a la cual nunca había entrado antes.

Carpi recorrió la sección de literatura juvenil con precisión, encontró uno de los tantos libros que buscaba y verificó los precios con un chico de anteojos que le servía de ayudante de compras, aunque Carpi ni siquiera le importaban las opiniones que él le dijera de los libros. Para Carter, la única opinión más importante acerca de un libro, era la suya, así que nadie podría hacerle cambiar de parecer dijese lo que dijese.

  • Llevaré este.- Dijo Carter al enseñarle el tercer libro de la saga “The Maze Runner”.
  • Ese es el tercero. – Dijo el chico con tono ingenioso, como si le estuviera dando una nueva noticia a Carpi.
  • Lo sé. – Le respondió ella alzando la ceja en una actitud altanera. Esa era Carter, siempre era una gruñona antisociable con cualquiera que se le acercara con el afán de coquetearle. A Sky le parecía molesto de su parte, pero a mí se me hacía de lo más gracioso. Pobre chico, me daba un poco de lastima ver su rostro de vergüenza.

Carter compró el libro y luego salimos de la tienda. A mitad de camino me tropecé y ella casi se parte de la risa. Podía ser la chica más seria y gruñona ante otras personas, pero con nosotras su humor siempre era el mismo.

  • ¿Quieres pasar a la tienda de música?- Nuevamente supe que aquello no era realmente una pregunta. Esta vez entré en pánico.
  • ¡No!- Respondí casi en un grito. Carter me miró con cara extrañada.
  • ¿Por qué?
  • Porque… - Realmente no tenía una buena excusa, así que me limité a reírme de los puros nervios.
  • Quiero ver si ha llegado el nuevo Cd de Taylor… ¡Mira! ¡Dice ofertas de videojuegos! Entremos.- Ahí estaba, no iba a poder hacer nada para detenerla.




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