3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 15: Sky

Estaba casi segura de que Carter y Eli estaban intentando dejarme sorda. Sus gritos eran los que más resaltaban entre la multitud, ni los padres de las jugadoras gritaban tanto como ellas. En un principio pensé que era innecesario gritar tanto, pero después del primer gol de Ronnie me sorprendí a mí misma saltando y gritando en las galerías junto a mis amigas.

Un chico pasó vendiendo café y hot-dogs, y Carter fue la primera en arrasar con la comida a pesar de que hubiera comido hace poco. Yo compré un poco de café y seguí observando el partido con toda la atención del mundo.

  • ¡Hey! Nate está ahí.- Carter se acercó a mi oído para gritarme, con el bullicio de las personas era difícil escucharle.
  • ¿Dónde?- No sabía bien si me interesaba verlo, me había ignorado la clase del lunes, y me había molestado por eso, pero, ¿qué esperaba? Si apenas me conoce. Estaba haciendo pataletas por nada. La sensación de querer verlo se adueñó de mi sistema nuevamente, pero con un toque de extraña calma, ya no sentía la ansiedad ni el nerviosismo de verle la cara.
  • Ahí, al otro lado de la galería. Quinta fila.

Normalmente nunca había tanta gente en los partidos de las chicas, pero esta noche estaba repleto, como si jugaran hombres en vez de mujeres. Me costó localizar a Nate entre tantas personas, pero cuando finalmente logré encontrarlo, él también pareció encontrarme a mí. Mi estómago dio un vuelco para avisarme que mi completa calma se había ido. Nate sonrió y me saludó con la mano, y yo como una idiota intenté devolver el gesto.

  • Cuidado con la baba. – Me dijo Eli después de que enfoqué la vista en la cancha nuevamente. Carpi y ella estallaron en carcajadas y yo las miré asesinamente.
  • Lo tendré presente, gracias.
  • Ese gatito será tuyo.- Carpi alzó las cejas para formar ese rostro malévolo y pervertido al cual nosotras ya estábamos acostumbradas, pero que todavía no dejaba de incomodarnos. Me puse roja, sentí como el calor me invadía las mejillas y mi sonrisa se formaba en mi rostro sin querer queriendo.
  • Cállate.

El partido continuó y en el minuto numero 15  la chica de baja estatura, de cabellos castaños amarrados en una coleta alta y desordenada, volvió a anotar. Era una estrella, mi amiga era la mejor jugadora de futbol.

Cuando el primer tiempo terminó, los hot-dogs, el café y las bebidas volvieron a aparecer, esta vez sí me apetecía comer algo más. Carter volvió a repetirse lo mismo y Eli solo pidió una bebida.

  • Malditos hot-dog, están tan buenos…- Dijo Carter con la boca llena, Eli sonrió y le ofreció una servilleta.
  • ¿Pretendes comerte uno cada vez que pasé? – Pregunté.
  • La carne es débil.
  • ¡Vas a engordar! – Sonreí al recordar que Carter siempre decía que terminaría como una bola.
  • ¡Me entrego al mundo! – En el fondo yo sabía que Carter no lo decía en serio. Ella volvió para mirarme y se limpió la boca con la servilleta.- Mentira, este es el último.
  • Tienes razón, esto está muy bueno.- Dije después de dar el primer mordisco a mi hot-dog.

Era difícil no mancharse la ropa con la mayonesa, por lo tanto todos los residuos llegaron a parar a mi cara. Eli se burlaba de mí y de mi forma de comer, pero yo no podía evitarlo. Terminó por darme un ataque de risa en pleno ataque a la comida. Las caras de mis amigas se deformaron de un segundo a otro y pareció que hubieran visto a un fantasma. Me di la vuelta con el rostro sucio y la boca llena solo para encontrarme con Nate y uno de sus amigos. Estuve a punto de atragantarme y morir de vergüenza.

  • ¡Hey! – Dijo Nate de forma amable. Era difícil de creer que después de ignorarme el lunes, él aparecería feliz de la vida por mi asiento en las galerías solo para saludarme.- ¿Cómo están?
  • Bien.- La respuesta al unísono de nosotras fue un tanto sosa, así que me apresuré por tragar mí comida rápidamente.
  • ¿Te gusta el futbol? – Pregunté mientras me limpiaba el rostro con una servilleta.
  • Sí, pero normalmente siempre vengo a ver los partidos de los chicos.- Eso explicaba la razón por la que nunca lo veía. Yo nunca vengo a ver los partidos de los chicos.
  • ¿Y qué haces aquí entonces? – La voz de Carter sonó tan huraña como siempre, pero en el fondo yo sabía que no había sido su intención.
  • Me enteré que Ronnie está en el equipo. Supuse que ustedes vendrían también.- ¿Es que acaso había venido para verme? No podía pensar otra cosa en esos momentos, pero sabía que era ridículo hacerlo.
  • Es la estrella del equipo, siempre venimos.- Respondí a punto de sonrojarme, pero no lo hice.
  • Me di cuenta. – Nate no miraba a nadie más que no fuera a mí, y eso me hizo pensar seriamente acerca de lo que pretendía. ¿Por qué los chicos son tan bipolares? Miré a mis amigas para buscar ayuda, pero Carpi y Eli solo miraron hacia otro lado con el afán de ignorarme. - ¡Oigan! ¿Qué hacen después del partido? – La voz de Nate pareció más animada.
  • Iremos a casa.- Respondí con una mueca. Aquello sonaba a una gran invitación.
  • Si quieren podríamos ir a comer algo por ahí. Para celebrar si es que ganamos el partido.- Era claro que íbamos a ganar el partido. Estaba completamente segura de ello.
  • Suena genial. – Dije con ánimo, miré a mis amigas y ellas asintieron con una sonrisa animada.
  • Bien. ¿Las veo después?
  • Claro.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.