3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 20: Elaine

Esa mañana del lunes estaba decida a contarle a mis amigas acerca de Lee, y no porque siguiera teniendo problemas con él, sino porque ellas merecían saber lo que había hecho por Andy.

Terminé por guardarme mi historia hasta que las clases estuvieron a punto de finalizar, pues Sky y Carter no paraban de contarme los sucesos del viernes pasado. Al parecer me había perdido una película completa.

Nate era un imbécil y ahora todas lo odiábamos, Matt era un borracho hostigoso y Elliot resultaba ser el héroe de la situación. ¿En serio? ¿Elliot un héroe? Que bajo hemos caído.

  • ¿Eli? – Carter se acercó a mi lado para caminar conmigo en el pasillo mientras nos dirigíamos hacia la salida. Ronnie y Sky se habían perdido entre la multitud.
  • ¿Qué?
  • Oye, disculpa por lo de Lee ¿sí? No quise dar tu numero sin tu consentimiento, en serio pensé que te gustaba.
  • Me gusta Andy.
  • Lo sé, lo sé, lo sé. – Carter solía hablar rápido cuando pedía disculpas, como si quisiera terminar de disculparse lo antes posible porque le era una tortura. En eso éramos semejantes, teníamos un gran y maldito orgullo.- Lo siento, en serio.
  • No hay problema.- Afirmé.- Sé que lo hiciste porque el chico era lindo y querías que tuviera a alguien cerca.
  • La verdad es que no sé si quiero que tengas a alguien cerca. Te juro que me gusta que estés así, no tenemos que compartirte con nadie por el momento. – Solté una carcajada.
  • Ya… Igual pude haber exagerado un poco… -Admití.- No tienes la culpa del todo. Yo fui la que le siguió el juego por un tiempo.
  • ¿Por un tiempo?
  • Sí, pero ya corté con eso, ya no más y él está fuera de mi vida completamente. – Carter no emitió ningún sonido después de eso, como si estuviera meditando bien sus palabras antes de hablar.
  • Supongo que está bien.
  • Claro que lo está.

Sky nos detuvo a la salida, nos invitó un café en el centro para enseñarnos algo que según ella era importante. A regañadientes acepté.

Caminamos hasta el centro y nos sentamos en una de las mesas de un café para comer y beber té, supuse que no encontraría un mejor lugar para hablar de Lee con ellas que ese. Les conversé de forma resumida quién era Lee y cómo lo había conocido, pero me salté las partes en que explicaba mis emociones. Para hablar de mis emociones, primero tenía que conocerlas yo misma.

Esperaba que cuando llegara a la parte en la que corté toda conexión con Lee por Andy, ellas me felicitaran, pero ninguna lo hizo. Tampoco parecieron estar en desacuerdo, solo se tragaron las palabras y miraron hacia otro lado. Tenía las mejores amigas del mundo, pero en asuntos amorosos, eran un asco.

  • ¿Qué era tan importante? – Preguntó Ronnie para cambiar el tema.
  • Oh, sí.- Asintió Sky después de beber un sorbo de su café.- Serán las damas de honor de mi madre.- Dijo con naturalidad. Todas nos quedamos de piedra. Ronnie y Carter sonrieron de oreja a oreja.
  • ¿Es en serio?- Ronnie estaba emocionada, pero Sky no tanto.
  • Sí. El lado bueno es que van a estar conmigo, el lado malo… Bueno, mi madre se va a casar con Phill.
  • Phill no es tan malo…- Empezó Carter, pero enseguida se calló al recibir la mirada asesina de Sky.
  • Tengo que diseñar el vestido de las damas de honor y quiero saber que ideas les gustarían.
  • ¿Tenemos que ir todas iguales? – Pregunté. Estaba segura de que yo no entraría en el mismo vestido que mis amigas, y aunque lo hicieran de mi talla, el vestido jamás se me vería igual de bien que a ellas.
  • Sí, supongo que para todas es el mismo vestido.
  • Entonces tendremos un problema.- Admití. Carter y Ronnie asintieron. – No tenemos las mismas cinturas o caderas.
  • Ni mucho menos los mismos senos.- Dijo Ronnie mirando de reojo a Carter, ella se encogió y se hundió en su asiento.
  • Gracias…- Aún no sabía por qué a Carter le incomodaban los senos grandes, ella por lo menos podía rellenar un vestido en la parte delantera a diferencia de Ronnie. Yo no me quejo, mi cuerpo es mi cuerpo y rellena todo lo habido y por haber en un vestido.
  • No podemos usar el mismo corte de vestido. Ni el mismo largo. – Siguió apuntando Ronnie, pero esta vez miró a Sky, quién era la más alta de nosotras, seguida por Carter, yo, y al último ella.
  • A ti te gustan los vestidos apegados al cuerpo, yo los necesito holgados.- Afirmé.
  • Ronnie quiere mostrar escote… Yo no quiero parecer stripper de las vegas. – Afirmó Carter.
  • No alcanzas a llegar a Las Vegas…- Ronnie exclamó, y todas nos reímos. Carter terminó por señalarle el dedo corazón.
  •  Bien, ¿entonces? ¿Proponen que diseñe un vestido diferente para cada uno? Obviamente tendrán que ser del mismo color. – Preguntó Sky y nosotras aceptamos que era lo más lógico.
  • ¿Podrá tu madre pagar vestidos diferentes? – Preguntó Carter.
  • Preguntaré.
  • ¿Qué color? – Preguntó Ronnie.
  • Rosa no.- Dije yo inmediatamente.
  • Sí, rosa sí. Me encanta ese rosa perlado, me hace sentir princesa, es como…
  • No. En realidad no sé qué color va a escoger mi madre. – Sky interrumpió a Ronnie, y yo le agradecí con el alma. Espero que su madre no escoja rosa.
  • Bien, ¿entonces? ¿Podemos darte nuestras sugerencias para cada vestido? – Preguntó Carter.
  • Sí, déjenme anotarlas.




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