3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 39: Sky

Era un poco irritante que Jessie le pidiera ayuda a Ronnie para todo, pero esta mañana Jessie había sido bastante amable y yo preferí omitir cualquier comentario. Le entregamos los vestidos a Rory y él los guardó con cuidado a cada uno en su sitio, luego me dio la noticia de que el vestido de mi madre ya estaba listo para la primera prueba.

Elliot me esperaba pacientemente sentado en los sillones del salón, cuando me acerqué a él para decirle que podía largarse porque me iría a la casa de Carter, insistió en ir a dejarme. No entendía por qué quería hacerlo, perfectamente podía ir con Carpi y Eli en la camioneta.

  • En serio hiciste un buen trabajo con los vestidos.- Elliot no había dicho muchas palabras desde que dejamos el estudio de Rory, se había limitado a ponerse sus gafas Ray-Ban y acomodar su gorro gris para conducir y no habíamos hablado desde entonces.
  • Gracias. Me encanta como les quedaron.
  • Sí. Tienes talento, ¿Por qué no te diseñas tu propia ropa?
  • Porque no tengo tiempo para coser y esas cosas. Además soy buena diseñándola, no creando. Por eso iré a la universidad de diseño, para aprender todo bien.
  • Vas a clavarte los ramos. Te irá bien.
  • Eso espero. – En serio que eso esperaba. Mi madre invertiría mucho dinero en pagar la escuela de diseño, así que tenía que dar mi mejor esfuerzo.
  • ¿Quién más se irá a Nueva York?
  • Tal vez Ronnie. Aún no se sabe.
  • Oh.
  • ¿Cómo es la vida en Nueva York? Tú estudiaste allá. – De pronto me sentí curiosa respecto a la vida de Elliot. Quería saber cómo había logrado estar tanto tiempo solo.
  • Agitada. – Fue lo único que me respondió. Esperé largos segundos a que completara su frase, pero no lo hizo.
  • ¿Nada más?
  • ¿Qué más puedo decir?
  • No lo sé. ¿Alguna experiencia quizá?
  • No tengo muchas.
  • Por favor Elliot, estuviste fuera casi 4 años.
  • ¿Y?
  • Debiste sacar algo de ahí.
  • Fue bueno estar fuera de casa un tiempo. Sí. Pero ya volví y me gustan las cosas así.
  • No vas a quedarte en casa tanto tiempo. Al fin y al cabo puede que vuelvas a Nueva York a tomar el puesto de tu padre como gerente en la empresa ¿recuerdas? Para eso estudiaste.
  • Cuando mi padre realmente necesite que me haga cargo lo haré, pero por ahora prefiero que las cosas estén como estén. No quiero volver a Nueva York aún.
  • ¿Por qué?
  • ¿Sky? ¿Siempre haces tantas preguntas? – Apreté los labios.
  • En serio quiero saber cómo se puede sobrevivir solo en una ciudad tan grande. – Elliot me miró de reojo por un segundo y luego volvió a clavar sus ojos en el camino. Mantuvo el silencio durante varios segundos hasta que suspiró.
  • No se sobrevive solo. – Dijo con calma.- Vas a conocer personas nuevas, personas que se van a entrometer en tu vida y que vas a guardar en ti con mucho cariño. Aprenderás de motores, aunque no sepas nada de autos ni de máquinas, porque te darás cuenta que esas personas son partes importantes de tu propio motor, y si algo falla, entonces todo se oxida y se vuelve inservible. Así que lo único que puedo decirte, es que busques esas piezas de tu motor, y las cuides y conserves, porque si no lo haces estarás realmente varada en una ciudad como Nueva York. – Esa no era una respuesta que esperaba. A veces me daba pánico pensar que tendría que dejar a mis amigas atrás y conocer gente nueva. Como si fuese a remplazarlas. Tal vez lo haga y no me dé cuenta, tal vez perdamos nuestra amistad porque encontré a mis piezas del motor.

Se me hizo un nudo en la garganta. ¿Acaso mis amigas no eran partes importantes en mi motor? Siempre creí que lo eran, nunca dudé de ellas, pero ahora me sentía completamente confundida.

Cuando llegamos a casa de Carpi, Derek se encontraba trabajando con un martillo en sus manos mientras clavaba con fuerza los clavos en la madera. Él solo se detuvo de su trabajo para vernos llegar. El padre de Carpi fue hacia nosotros y nos saludó amigablemente, nos dijo que habíamos llegado justo para el almuerzo. Derek se acercó también y nos saludó a todas con una sonrisa en el rostro.

Entre gruñidos Carter le saludó.

  • Hey, no te había visto hace un tiempo.- Le dijo Derek a Carpi mientras su padre se deshacía de sus guantes un par de metros más allá. Eli me miró preguntándome si debíamos hacer algo para salvarla, pero yo tampoco tenía idea de si eso era lo correcto. Ambas mantuvimos la boca cerrada.
  • Sí bueno, yo tampoco.- Carpi le respondió tímidamente.
  • Intenté llamarte hace un par de semanas, pero al parecer cambiaste tu número.
  • Sí, hace un año. – Intentar llamar a una chica después de un año de estar desaparecido de su vida era típico de un gilipollas. Sonrió de forma encantadora, y no solo con sus labios, sino que con sus ojos también. Rogué que Carpi no cayera a sus pies nuevamente después de eso, pero ella me dio la mala señal de estar conteniendo el aliento.
  • Te lo compensaré Carpi.- Cuando Carpi no le respondió supe que la habíamos perdido. Miré como Eli miró hacia el cielo de forma suplicante, ella también quería golpearla.
  • ¿Entremos a comer? – El padre de Carpi apareció entre nosotras e intervino de repente en la conversación. – Deben tener hambre.
  • Sí. – Gruñó Carter y pasó por el lado de Derek sin mirarlo. Eli la siguió y Derek fue tras de ellas. Me quede mirando a Elliot antes de marcharme.
  • Tú no estás invitado.- Le dije. Él no me estaba mirando, en realidad estaba mirando como mis amigas entraban a la casa. Cuando volvió la vista hacía mí sonrió.
  • Lo sé. – Le hice señas para que se subiera a su auto y se fuera, pero en vez de eso le sonrió al padre de Carpi. - ¿Está construyendo un garaje Sr. McLean?
  • Sí, la verdad es que no debería seguir aplazándolo. – El padre de Carpi le dijo animadamente. A veces olvidaba que él conocía a Elliot.- Vengo diciendo que lo construiré desde el año pasado.
  • Oh, ¿salió de vacaciones Sr. McLean?
  • No en realidad. Todavía tengo harto trabajo, pero hay que hacerlo de todas maneras. Lo malo es que solo lo haré los fines de semana, por lo tanto espero terminar cuando llegue el verano. – Elliot hizo una mueca.
  • Eso es en bastante tiempo.
  • Así es. Por eso pedí ayuda a Derek.
  • ¿Sabe? Yo le ayudé a mi padre a construir nuestro garaje un día. – Supuse que hablaba de cuando era niño y aún vivían en otra casa que no fuese la nuestra.- Y también hice varios trabajos de construcción en la universidad para caridad.- ¿Elliot haciendo algo por caridad? Algo no sonaba bien en esa oración. – Podría ayudarlo aquí, trabajaría todos los días y estaría listo en dos semanas. – El padre de Carpi sonrió entusiasmado. ¿Qué acaba de suceder? Miré a Elliot perpleja.
  • Me encantaría. ¿En serio estás libre todos los días?
  • Sí. Es como si estuviera de vacaciones. – Elliot se encogió de hombros y yo quise golpearlo para que se callara.- Podría venir en las mañanas y en las tardes.
  • Sería grandioso. Derek no puede venir todos los días porque está estudiando. Así que sería estupendo que vinieras. Te pagaré bien. – Elliot asintió.- Pero te advierto que mi esposa y yo no llegamos a casa hasta después de las seis de la tarde. La casa está todo el día sola hasta que llega Carter después de clases.
  • Oh no hay problema. A las seis marcaré mi horario de salida.
  • Tenemos un trato. – El Sr. McLean y Elliot se apretaron las manos para cerrar su trato. Carter iba a matarme por no impedirlo.
  • ¿Qué acabas de hacer? – Le pregunté a Elliot exasperada una vez que el Sr. McLean entró a la casa.
  • ¿Qué? Necesito el dinero Sky.
  • ¡Tú no necesitas dinero! Tú padre tiene…
  • No voy a vivir a costa de mi padre toda la vida Sky. – Me crucé de brazos. – Tranquilízate, si te preocupa que Carpi se moleste te aseguro que ella ni me verá por aquí.
  • Más te vale.
  • ¿Vengo por ti a las cinco?
  • A las seis.- Elliot se despidió con una mano y subió a su auto sonriente. No me gustaba esa sonrisa de suficiencia que tenía en el rostro.




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