3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 56: Elaine

Dios. ¿Qué tan difícil era escoger un vestido? Ese día viernes después de clases, me dirigí a casa sabiendo que era hora de escoger un vestido para la fiesta de mañana, no podía seguir aplazándolo. No me gustaban mucho los vestidos, pero eso no significaba que no hiciera el intento. Revisé mi armario y saqué los cuatro vestidos que tenía, uno de ellos tenía que ser.

La verdad es que es difícil que recuerde dónde y cuándo usé cada vestido, tengo una pésima memoria, pero sabía que el negro había sido el que había usado más reciente. No podía usar el negro entonces.

Me fijé en el vestido color violeta, pero al probármelo, no veía como aquello encajaría en la fiesta de mañana. Me lo saqué y busqué el amarillo pastel. Nuevamente tenía problemas con mi reflejo en el espejo.

Nunca he sido tan alta o tan flaca como Sky, no tengo la sonrisa de Ronnie ni la habilidad de usar tacones como Carter, por lo que nunca me sentía completamente cómoda en un vestido. Cada vez que me daba vueltas en el espejo, más defectos en mi cuerpo encontraba. Soy un desastre, lo mío nunca han sido los vestidos o las cosas elegantes y delicadas.

Mi celular comenzó a sonar encima de mi cama y cuando vi en la pantalla el nombre de Lee, no tuve tiempo para cambiarme de ropa. Él me había informado que vendría a casa después de terminar su turno en la tienda. Cuando contesté, él me dijo que ya estaba abajo.

Lee se sentó en mi cama y puso sobre sus piernas mi computador, navegó un rato por internet, mientras yo seguía torturándome con la idea de usar un vestido.

  • ¿Por qué tanto drama? A mí me gusta ese amarillo. – Me dijo él, aunque no había despegado los ojos de la pantalla.
  • Mi cadera no es estrecha y el vestido la marca más.- Le dije frustrada.
  • A   mi me gusta tu cadera.- A veces Lee podía ser adorable, otras veces era irritable.
  • ¡Pues a mí no! – Le dije.- Y que diga que no me gusta algo de mí, no significa que espere que me digas lo contrario, porque no espero que intentes subirme el ánimo diciéndome lo contrario a mis palabras. No me quejo para que tú lo soluciones. – Lee despegó sus ojos del computador y me miró extrañado. Sé que a veces le costaba comprenderme, a muchas personas las pasaba lo mismo, pero yo me entendía sola perfectamente y no me importaba nada más que mi opinión y mis pensamientos. Así que todo bien.
  • De acuerdo.- Me dijo él.- ¿Pero quieres impresionar a alguien ahí?
  • Solo quiero verme decente.- Dije después de pensarlo un momento.- Mis amigas se van a ver bonitas y yo no quiero desentonar…- Me encogí de hombros, él se rio.
  • Sabes que eres hermosa ¿verdad? Jamás podrías desentonar.
  • No lo dices en serio.
  • Eli…- Lee se sentó más a la orilla de mi cama y se cruzó de piernas.- No importa el vestido que uses, o si tu pelo es un desastre, o si no usas maquillaje… A mis ojos siempre serás bonita, aunque luzcas como una desastrada vagabunda la mayoría del tiempo. – Esta vez yo solté una carcajada, aunque después me dio el impulso de insultarlo. Me contuve.- Sé que te ves muchos defectos, porque somos nuestros peores críticos, pero tienes que entender que aunque tú no te quieras lo suficiente, yo te voy a querer por ambos, al igual que tú me quieres por ambos. ¿Verdad? – Asentí. – Entonces créeme y deja de mirarte en ese espejo, lleva ese vestido mañana, porque en serio te ves hermosa.
  • Odio que seas tan cursi siempre.- Le dije mientras me acercaba a él y rodeaba su cuello con mis brazos. - ¿De dónde lo aprendiste?
  • Blink 182 tiene canciones muy románticas.- Se bufó Lee.

Nos pasamos la tarde mirando una película de terror que Lee descargó en mi computador, pero me di cuenta que Lee estaba durmiéndose justo al final de la película. Cabeceaba y luchaba con sus parpados para no cerrarlos, pero al parecer el sueño le ganaba la batalla. Cuando mis padres llegaron a casa, la película ya había terminado.

  • ¿Vas a quedarte a comer?- Le pregunté a Lee antes de bajar a saludar a mis padres. Le hizo una mueca y agarró su frente con ambas manos.
  • No lo creo.- Me dijo.- Me duele un poco la cabeza, será mejor que vaya a casa.
  • Tengo paracetamol. ¿Te sirve?
  • Últimamente  no. Me han dado varias migrañas durante los últimos días. El paracetamol no me sirve de mucho.
  • Oh, de acuerdo.- Me rendí. Esa noche tendría que comer sola con mis padres.




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