3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 66: Ronnie

Carter fue la primera en llegar a mi casa la tarde del día del baile, Sky la siguió junto con Eli al final. Iríamos juntas al baile y por esa razón nos prepararíamos en mi casa. Cole, quien se comprometió en llevar y traer de vuelta a Sky a casa sana y salva, nos pasaría a buscar a todas. El maquillaje se encontraba esparcido y desordenado en toda mi cama, Carter había decidido hacer de mi cama su oficina de trabajo y estaba maquillando a Eli quien alegaba por todo lo que Carter le colocaba en la cara. Yo me encontraba sentada frente a mi espejo intentando quedarme quieta mientras Sky alisaba mi desordenado cabello, de vez en cuando la escuchaba refunfuñar entre dientes al no poder pasar ni un dedo entre mi enredado cabello.

  • ¿Conoces las peinetas? – Me preguntó Sky.
  • No, ¿Qué son? – Dije sarcástica.
  • Son objetos muy útiles, sirven para desenredar el cabello. Especialmente los largos y complicados como el tuyo. Te vendría bien una.
  • Nunca las había oído. – Sonreí, pero ella solo rodó los ojos.
  • ¡PAREZCO PUERTO RIQUEÑA ASÍ! – Le escuché gritar a Eli. Carter estaba riéndose mientras Eli le gritaba a mis espaldas.
  • Es solo bronceador. – Le respondió esta.
  • MI PIEL ES COLOR FANTASMA, NO PUEDES VOLVERME NEGRA CON ESA COSA HORROROSA.
  • Por eso te lo puse, para que no seas un fantasma esta noche.
  • ¡Quítamelo! ¡Quítamelo ya!

Carter no había traído toallitas desmaquillantes y mucho menos algún desmaquillante líquido o en crema. Ella se excusó que nunca los necesitaba para maquillar porque no cometía errores. En parte tenía razón, pero yo sabía que se las estaba ocultando a Eli.

Para cuando Cole llegó, Eli aún seguía maquillada, pero en el camino a la escuela intentó tristemente quitarse el bronceador con la palma de la mano. Terminó con dos tonos diferentes en las manos y ahora le daba vergüenza mostrárselas al mundo, así que las mantenía ocultas en los pliegues de su vestido amarillo.

Perdí de vista a Cole y a Sky en cuanto la música comenzó a sonar, pero enseguida Carpi hizo que Eli y yo nos levantásemos de nuestros asientos y bailásemos con ella en la pista de baile. Con todas las luces de colores, mis amigas se veían hermosas disfrutando la música, pero a pesar de estar feliz al verlas felices, me preguntaba en donde se encontraba Jessie.

Había comprado un vestido para la ocasión varias semanas atrás, cuando las cosas aún no se volvían tan locas, era bastante simple, no tenía grandes decoraciones o detalles en piedras, pero tenía un corte bonito y era de color verde manzana, cosa que amaba. Había pensado que quizás a Jessie le gustaría el color, pero no estaba aquí para decírmelo.  

Mis amigas levantaban sus manos hacia al cielo mientras yo observaba las decoraciones del techo y de las paredes, habían muchas estrellas y lunas doradas, de las paredes caían enredaderas de rosas de papel, y el escenario estaba preparado para la banda. Sky chochó su estrecha cadera contra la mía y aquel acto me tomó por sorpresa.

  • ¿Qué haces parada en la pista de baile? – Me preguntó ella sonriendo.
  • Estoy bailando.
  • Pararse y mover las manos al aire mientras miras el techo no es bailar. Parece que estás en medio de un culto de adoración religioso. – Le gruñí, es probable que tuviese razón.
  • Estaba mirando las decoraciones.
  • A quien le importan las decoraciones. ¿Viste a la chica plateada? – Me preguntó al momento en que Cole se acercaba a nosotras.
  • ¿Qué chica plateada? – Sky solo apuntó hacia una dirección. No hubo más conversación después de eso.

Jessie se hallaba en el otro extremo del gimnasio hablando con varias compañeras de clase. Estas últimas semanas Jessie ha compartido mucho con varias compañeras de otras clases, y no la he visto tanto como la primera semana que llegó a la escuela. Entendía que ella era una persona bastante sociable, se había cambiado de escuela más veces de las que podía contar y llegar en el último momento a una nueva escuela en otro país, debe haber forzado a que ella se relacione con muchas personas, pero a pesar de entenderla, no podía evitar los celos. Estúpidos e irracionales celos.

Como en las películas, ella alcanzó mi mirada desde su lugar y me sonrió, pero no caminó hacia mí. Estaba un tanto preocupada acerca de dejar a mis amigas solas, pero supuse que Jessie no vendría a buscarme, así que no tendría otra opción.

  • ¿Les molesta si las dejo bailando solas? – Les pregunté a mis amigas.
  • Hace rato estamos bailando solas. Tu solo estás moviendo las manos. - Se burló Carpi.
  • Anda con la chica. – Apuntó Eli.




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