3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 73: Carter

Ha pasado una semana desde la muerte de Lee, y a pesar de sentir que las cosas se desmoronaban, no tardamos en encontrar un buen equilibrio para todos.

Le hemos dado una semana de descanso a Eli. Sé que no querrá que la hostiguemos o estemos con ella las 24 horas del día, por esa razón nos hemos mantenido en contacto solo por mensajes de Whatsapp.

        Era domingo, pronto tendríamos nuestra graduación y yo aún sentía un nudo en la garganta y dolor de estómago debido a los nervios. Han sucedido tantas cosas en tan poco tiempo que no he tenido tiempo de hacerme la idea de terminar la escuela. No volvería a ver a mis amigas, sabía muy bien que Ronnie y Sky habían enviado sus solicitudes a la universidad de Nueva York, mientras que Eli había enviado una sola solicitud a la universidad de Portland. Era la única de nosotras que no pretendía irse de la ciudad.

        Por mi parte, envíe solicitudes a diferentes universidades, no solo en Portland, porque aún no estaba segura de querer quedarme. Sabía que mis padres aceptarían una universidad diferente si realmente yo lo deseaba, pero el problema era que aún estaba muy confundida respecto al tema.

        Zeus se removió somnoliento sobre la colcha al mismo tiempo en que mi libro caía al suelo. En algún momento de la noche, debió haber subido hasta mi habitación para acostarse a mi lado. Despertar temprano un día domingo no era lo usual en mí. Solía dormir hasta tarde y levantarme solo para almorzar, pero hoy, mis ojos estaban abiertos de par en par a las 10 de la mañana. Escuché a mis padres levantarse y caminar hacia la cocina, sentí el ruido de los platos y del tostador, supuse que sería buena idea levantarme para tomar desayuno con ellos.

        Mi celular sonó por un mensaje recibido al tiempo en que sacaba mis piernas de la cama, pensé por un momento que Eli nos necesitaba en casa, pero cuando la pantalla volvió a prender noté un nombre. Elliot.

“¿Te gustaría salir de paseo? Hay un sol estupendo. ¿Qué dices de un viaje por carretera?”

No respondí inmediatamente, lo pensé durante el desayuno pero finalmente terminé aceptando la propuesta. Hace varios días no tenía noticias sobre él.

Preparé todo en mí para cuando él llegase, mi mente, mis palabras, mis temas de conversación y mi comportamiento, supuse que estaba nerviosa. Elliot lo notó en cuanto me subí al auto, porque mi cabeza chocó con el techo en cuanto me disponía a sentarme en el asiento del copiloto. Un fuerte dolor recorrió mi cráneo y supuse que tendría un hematoma en la cabeza cuando regresase a casa.

Elliot se rio con ganas, pero también se preocupó de acariciar el lugar del golpe. Delicado y divertido. Lo miré unos instantes olvidando todo lo que había ensayado frente al espejo.

El viaje a Corbett duró aproximadamente unos 40 minutos desde Millebane hasta la oficina de correos, en donde Elliot se bajó para dejar una caja del tamaño de una caja de zapatos. Supuse que era un poco lejos para solo enviar una caja por correo. Cuando él regresó al auto me invitó a almorzar, pero no estaba seguro de donde realmente.

  • ¿Qué entregaste en esa caja? – Pregunté sin haber comentado nada acerca de lo de ir a comer.
  • Álbumes de fotos. – Me dijo encendiendo el motor. – Se los vine a entregar a mi madre.
  • ¿Tu madre? – Pregunté sorprendida.
  • Sí, mi madre suele cambiarse de casa muy seguido. Estos últimos años ha vivido aquí, aunque no sé por cuantos más se quedará.
  • No sabía que siguieses en contacto con tu madre. – Le respondí.
  • No estamos en contacto realmente. Ella me envía cartas de vez en cuando para contarme donde está e invitarme a visitarla. Nunca he respondido alguna. – Puso en marcha el vehículo.
  • ¿Cartas? ¿Siguen usando cartas hoy en día?
  • Mi madre no tiene nada de mí. No tiene mi celular ni mi correo electrónico. Solo tiene mi lugar de residencia.
  • Eso tiene mucho sentido. – Afirmé. - ¿Por qué le enviaste fotos?
  • Son álbumes de cuando yo era niño. En muchos de ellos aparece ella. Se los regresé. No quiero nada de ella. Me he quedado con pocas fotos de mi padre y yo.
  • Tu padre y ella ya no hablan ¿verdad?
  • No. Todo terminó en muy malas condiciones.
  • Me imagino. – Sabía que la madre de Elliot lo había abandonado cuando tenía unos 7 años. Me imaginaba que todo aquello lo había afectado al momento de cometer errores.
  • ¿Te gustaría comer aquí? – Dijo señalando un local de comida cerca del lago.




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