3/4 Partes de mi corazón

Capítulo 81: Carter

Las vacaciones terminan la próxima semana, una parte de mi estaba ansiosa por comenzar la universidad y la otra parte se niega rotundamente a ir. No es miedo a enfrentarme a nuevos retos, es miedo de cambiar las costumbres, de no poder ver a mis amigas tan seguido, a perder a Sky y a Ronnie en Nueva York… Es miedo a no tener tiempo para disfrutar con ellas, pero no había nada que pudiera hacer al respecto.

Elliot llegó un sábado en la tarde a mi casa para hablar conmigo. Se sentó en el borde de mi cama con un libro en su regazo, mientras Zeus le olfateaba los zapatos y los jeans.

  • ¿Cuándo es tu viaje? – Pregunté descifrando su expresión. Sabía que quería hablarme de Londres. Ninguno de los dos había tocado el tema durante todas las vacaciones.
  • La verdad es que tengo noticias. – Me dijo con aire culpable. – Más bien una oferta.
  • ¿A qué te refieres?
  • Hablé con mi padre acerca de Londres. Hablé en el trabajo acerca de mis dudas de irme por tanto tiempo, les expliqué que…
  • ¿Por qué hiciste eso?
  • Por ti. – Me dijo después de un silencio bastante incómodo. No dije nada, pero sabía que él podía ver mi desaprobación en mi rostro. – Carter, no quiero dejarte, es la primera vez que en serio estoy dispuesto a sentar cabeza por una relación. Si de mí dependiera me quedaría contigo, he sido feliz contigo todo este tiempo y no me gustaría terminarlo así sin más.
  • ¿Entonces? ¿Qué harás? – Pregunté con un nudo en el estómago.
  •  Me dieron la posibilidad de llevarte conmigo. Y sé lo mucho que te gustaría conocer Londres e ir a los alrededores de Inglaterra para inspirar tus libros… Es una gran oportunidad para ambos. – Elliot no me lo decía con grande emoción, tenía esperanza pero creo que anticipaba mi respuesta. Amaría conocer Londres. Me encantaría escribir todo un año ahí, pero… No estaría haciéndolo por mis propios logros. - ¿Qué dices?

Me encantaba el plan, me encantaría ir con él a todos los rincones del mundo, sería maravilloso conocer Londres con él y sin duda era una gran oportunidad para él y su futuro… Pero no sería una persona racional si dijera que sí.

Mis padres se han esforzado por enviarme a la universidad, yo misma me he esforzado para encontrar mi camino o un rumbo estable en mi vida con respecto a los estudios, no podía abandonar mis sueños cuando ni siquiera he empezado a vivirlos.

Elliot tenía sus sueños, y yo tenía los míos, y a pesar de que ambos nos incluíamos en los sueños del otro, nuestros rumbos no eran los mismos. ¿Por qué Dios tenía que hacerme esto? Estoy pensando seriamente en hacerme atea.

  • No puedo…- Admití. – Me encantaría, en serio que sí. Tú sabes bien que quiero conocer Londres, que quiero subirme a esos malditos autobuses rojos, que quiero estar contigo. Pero no puedo.
  • Supuse que dirías eso. – Confesó. – Pero aun así me gustaría saber el por qué.
  • Por qué tengo que ir a la universidad. Mis padres y yo hemos trabajado para esto. No puedo abandonar todo por amor. Sabes cómo es de importarte ir a la universidad para mí, no lo pospondré un año.
  • Lo sé.- Asintió él. – Sabía perfectamente lo que me dirías, pero no podía dejar de intentarlo.
  • Gracias por intentarlo. – Tomé sus manos entre las mías y les di un beso.
  • ¿Qué pasará con nosotros? ¿Crees que duraremos un año estando separados? Sé que no tenemos un compromiso formal, un título o algo por el estilo, pero no puedo evitar preguntármelo de vez en cuando.
  • Somos libres de hacer lo que sé nos plazca. – Afirmé. – No podemos prometernos nada aun ¿no crees?
  • ¿Dices que no controlaras los impulsos de la universidad? – Él rio.
  • No estoy diciendo eso. – Me reí con él. – Digo que… Voy a serle fiel a lo que sienta por ti. Te esperaré lo que sea necesario.
  • Pero estas dejándome libre a mí. – Él no parecía estar conforme con mis palabras. Respiré hondo, sabía perfectamente lo que tenía que hacer cuando este momento llegase. Yo había pensado en ello todo el verano.
  • Sí. Estoy dejándonos libre a ambos. Si vuelves y aún me amas, búscame, es probable que yo siga aquí esperándote.
  • ¿Y si no?
  • Y si no… Déjame ir.
  • No me gusta cómo suena todo esto.
  • Puedo asegurarte que no serás fácil de olvidar Elliot, puedes estar tranquilo respecto a eso. Es probable que dentro de un año siga colgada por ti.
  • Bien, entonces te mantendré informada de todo. – Me senté en sus piernas. – Quizás en un año podremos ponerle un nombre a esta relación.
  • Quizás en un año, sentemos cabeza para tener un futuro en una relación. – Sonreí. Él me besó. Y esa fue la última vez.




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