Eres la luz que ilumina mis días
y la oscuridad en que me pierdo,
quien trae a mi la alegría
y quien me destroza por dentro.
Eres el agua y el fuego,
mi cura y mi veneno.
Me lástima estar a tu lado,
pero sólo ahí encuentro consuelo.
Ya sé que debo alejarme,
que tu maldad eclipsa lo bueno
pero Amor no sé que me hiciste
que siempre a ti vengo de nuevo.