Manuel se encontraba ya listo para ir a su regreso de clases, aún no se sentía en casa porque apenas había entrado el año pasado.
-Manuel el camión se va a ir si no bajas-gritaba su sirvienta en el piso de abajo.
Manuel bajó las escaleras y enseguida se canso, nunca había sido el tipo que le gusta hacer ejercicio en realidad era todo lo contrario pues su cuerpo no lo dejaba mentir era gordo, pero su cara era muy fina.
-Esta todo listo-- dijo Manuel emocionado.
Camino hasta el camión de su comunidad y lo espero durante un rato.
Cuando de repente escucho el sonido del camión y se subió en seguida.
-¿A donde va?- preguntó el que estaba manejando el autobus.
-A la escuela Jarrón-contestó Manuel
El señor arrancó y en menos de 15 minutos ya había llegado a la escuela.
Quiénes lo recibieron en la entrada era Juliana y Monica, dos de sus amigas.
-Hola Manuel ¿como te fue en las vacaciones? - preguntaba Monica.
-Bien-contetso Manuel
En seguida de el entró Luis y Manuel se puso nervioso.
-Hola Cesar ¿como estas? - preguntó Luis sentándose al lado.
-Bien y a tu- dijo Manuel
-También bien-contestó Luis parándose del lugar y sentándose detrás de Gabriela.
-Deja de estar de joto- dijo Ramón sentándose al lado de él.
Ramón y Lalo habían sido sus mejores amigos desde segundo y además ellos siempre le están repitiendo lo de no ser joto.
-¿Eres joto? - preguntó Lalo riéndose
Manuel estaba incomodo, especialmente porque dentro de él creía que sí lo era pero también lo creía algo lo normal.
-Ya callense los dos- contesto groseramente Manuel.
Ambos seguían riendo y Manuel solo pensaba en que si era cierto lo que sus amigos decían