El viernes llego, Nozomi se levantó como de costumbre y fue hacia la escuela siendo interceptada por Aiko.
—¿Esperas a alguien? Madrugaste.
Nozomi bufa.
—¿Acaso me vigilas todos los días? Realmente no debes tener nada que hacer —respondió Nozomi con desagrado.
—Al contrario, querida. Estoy viendo el resultado de mi trabajo —dijo con una sonrisa y se aleja.
Nozomi la mira irse confundida por sus palabras y choca al no ver al frente.
—Lo siento.
—No te preocupes, ya me estoy acostumbrando —contesto Yuu a modo de broma.
—¡Yuu—kun! —Se aparta un poco y hace una leve reverencia—. Lo siento tanto.
Yuu le acaricia la cabeza.
—No pasa nada, de verdad —sonríe.
Nozomi lo miro confundida y algo incomoda. Ichiro los miraba desde atrás. Ella ríe algo nerviosa y se incorpora para quitar su mano.
—Y… ¿A dónde iremos, Yuu—kun? —pregunto para cambiar de tema.
—¿Para nuestra cita?
Ichiro se sobresaltó e intento acercarse más para escuchar.
—A—Ah, puedes llamarlo como quieras —respondió incomoda.
—Lo sabrás cuando vayamos —contesto Yuu.
—¿Eh? ¿Cómo se supone que iré a un lugar sin saber dónde está? —Protesto Nozomi—. Eres malo.
—Lo sé —sonrió victorioso.
La campana suena y todos los estudiantes van a sus aulas.
—Te veo en clase —se despidió Nozomi y se adelanta.
Yuu la despidió y se acerca donde se encontraba Ichiro escondido.
—Ya puedes salir —indico.
Ichiro solo bufa y va hacia su clase.
—De verdad, no entiendo porque me odias tanto —provoco Yuu.
Ichiro se detiene, pero no se gira ni habla.
—¿Qué? ¿Acaso estas molesto porque estoy junto a Nozomi—san? ¿Estás celoso? O… ¿Tienes miedo que me quieras más a mí?
Ichiro se gira para mirarlo, estaba furioso.
—¡No quiero que te le acerques a Nozomi-san! ¡Ella es lo más importante que tengo! ¡No dejare que le hagas daño! —alzo la voz.
—¿Ella lo sabe? —pregunto Yuu sínico.
—Claro que… lo sabe —baja la voz de a poco.
—Pues yo veo que no. Si supiera tus sentimientos, ella no actuaria así.
Ichiro se acerca amenazadoramente a Yuu y lo toma de la camisa.
—Escúchame bien, niño mimado. La única razón por la que no te he partido la cara, es porque le agradas —hablo con voz gruesa.
—Eso quiere decir que puedo gustarle —opino prepotente.
—Cree lo que quieras… Pero te advierto algo. Si llegas a hacerle algo no volverás a ver la luz del día —lo suelta con brusquedad y se aleja.
Yuu se acomoda su camiseta arrugada.
—Me pregunto qué diría Nozomi—san de esto.
Ichiro le lanza una última mirada amenazante y se va.
Yuu ríe levemente.
—Lo lamento… Pero una vez que comienzo un plan, lo termino.
El día de escuela fue demasiado largo para todos, Ichiro se la paso pensando sobre los futuros escenarios que llegaría a pasar, Yuu ansiaba que las clases terminaran e ir con Nozomi al lugar que el acordó mientras que ella solo seguía las instrucciones de los maestros durante sus enseñanzas.
Cuando las clases finalmente concluyeron, Yuu espero a Nozomi para poder irse.
—Nozomi—san, pensé que lo olvidarías —bromeo.
—Para nada, siempre cumplo mis promesas —sonríe—. ¿Ahora si me dirás a dónde iremos?
—Aun no —negó con orgullo.
Nozomi hizo un puchero y ambos continuaron su camino. Yuu la llego hacia un parque de diversiones y estuvieron ahí durante toda la tarde.
—Wow, Yuu—kun, mira. Si le aciertas cinco disparos seguidos, tendrás un premio —admiraba Nozomi.
—¿Hay algún premio que te guste? —pregunto curioso.
Nozomi analizo la mesa, hasta que miro un elefante multicolor.
—Ese —lo señala.
—¿E—Ese? —cuestiono Yuu nervioso, era el peluche más raro de todos.
—¡Si! Es súper lindo —confeso con ternura.
Yuu suspiro y resignado intenta acertar en el juego, lográndolo en su segunda vez. Toma el peluche y se lo entrega a Nozomi.
—Yuu—kun, muchas gracias —abraza el peluche con emoción y lo mira con un brillo singular en sus ojos.
Yuu lo mira asombrado y sintió un ligero ardor en sus mejillas. Apenado se rasca la nuca y prosiguen viendo el lugar.
—¡Yuu—kun! Subámonos a ese juego —señalo una montaña rusa.