Lanzad aquellas viejas alas de tu vida amargada y lujuriosa, votad al lago de mi
olvido tus pálidas ancas abolladas por el viento. Recostada en mi lienzo
entumecido por el peso de tus recuerdos, me adentro en tus pensamientos y allí
te pienso.
Cansada, agobiada y desesperada. Vida cruel. Castigando mi alma te alimentas
como hienas que al anochecer no encuentra como saciar los deseos.
Reposando sobre tu espalda mi ser pálido como la arena del desierto añora tu
boca.
Pesas como el ave después de un vuelo, pesan tus deseos de seguir sin perder
este rumbo nuevo, mirada tierna, mirada apagada, pudientes lágrimas con
palabras suplicantes que del suelo no quieres partir de nuevo.
Bajan las olas, llega el amanecer, miras al cielo buscando el viento y con el correr.
Me sostengo en tus brazos como despegar también queriendo. No ríes, ya no
gritas, ya ni lloras. Ya perdiste el vuelo amada mía.
No corres, solo Caminas. De mi mano te llevo en los bajos mundos de esta
inmensa alegría.
Pálida como el desierto, fría como la nieve. Inocente & bella
como clavel que en tu pelo dibuja tus crespos.
Caminas dulce despoblada,
Caminas descalza, caminas como el aire fría en la mañana, mientras el sol se
asoma entre cortinas. Caminas y vuelas, pero conmigo caminas.
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