Silueta que adornaba el pequeño espacio de mis engaños agobiada te tornas de
tanto tropezar. No está, ya se ha ido, se ha marchitado por el puñal de mi mano.
Hoy no brilla, no se alza a luz, no sonríe. Hoy espanta.
Caminando cuesta bajo te encuentras, frustrado, agobiado corazón rasgado. Luna
que prometiste alumbrar su camino, claro destellar mejor que el del sol. No te
escondas, no te apartes, vete con mi amada en forma de gaviota.
No habrá nueva luz brotando de tus mejillas a la opaca luz de luna nueva, como la
que contemplaste de mi mano en aquella lluviosa mañana perdida. Delicada piel
que ayer arrebaté los deseos de nunca envejecer.
Cámbiame la vida, cámbiame el camino, pégame con deseos de matar tus
sentimientos de ira, besarme la vida y escupe al amor. Antes de mañana te
devolveré mi perdón en formas de versos y una canción.
Blanca pálida y rosada a la vez hoy te quiero volver a ver. Cálida por dentro e
hiriente tus pies. Manos deseosas de arrebatar aquellos momentos de alegría
ganados en batallas de amores, besos. ¡Ya cartas para que!
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