¡Querida Luna!
Usted que oscurece mis noches más claras…
¡Tu dulce soledad cautiva mi dolor!
Me enseñas a estar rodeado de luces sin poder brillar por tu cuenta, tus distintas etapas manejan mis emociones, me enamore de la paz que me provocas, la tranquilidad que emana de ti, y aunque no estamos juntos y tú estás rodeado de estrellas que brillan mucho más que mi cuerpo inerte…
Me fuiste fiel y ¡respetas mi amor por ti!
Con los siglos pude enamorarte, espere paciente por tu corazón y aunque no tienes una forma física me enamoraste con tu forma de ser…
Los siglos pasaron y cada noche estuve para ti, aullando te cómo tú fiel licántropo esperando el momento como aquel búho que solo sale en tu presencia.
Mi amor te cautivó, decidiste bajar a la tierra, de allá donde te rodeas de estrellas, a un lado de mi pisando lo más bajo de la tierra, tomaste un cuerpo de mujer y aunque no era perfecto
¡Para mi lo era!
Cada noche sin falta te decía lo bella que eras y al amanecer los buenos días antes de irte!
Fuimos juntos por el mundo
Yo solo miraba tus bellos ojos
Y tú mi tierna sonrisa.
No había más
No había más nadie
Solo tú y yo…
Solo tú y yo bajo el cielo estrellado que llora ¡porque ahora estás conmigo!
Pasamos Miles de aventuras
¡Te conocí toda!
Desde tu fino corazón
Hasta el rincón más bello de tu cuerpo, mirabas mis cicatrices y lloras por no haber estado conmigo, pues mi corazón no es tan fuerte como el de todos
Lloras por el fino corte de mis heridas y sufres el no hacerme más fuerte…
Las gotas rojas que brotan de mi tiñen tu suave piel blanca, plasmando en tu lienzo
¡El pecado de mi dolor!
Pero lo malo no dura para siempre y si lo durará mi cuerpo débil no podría soportarlo Llenaste mi vida de emociones y placeres amorosos, te uniste a mí de tal modo que creímos nunca separarnos, pues imaginar nuestro futuro cada vez era más placentero.
Planeamos cada instante de nuestras vidas pues creímos siempre estar juntos…
Pero al igual que lo malo, lo bueno tampoco dura mucho, y la distancia que un día nos unió cada vez nos fue separando.
Querida Luna blanca.
Usted que oscurece mis noches claras
Hiciste de mi un loco ansioso de tus besos…
Para luego quitarme mi vicio y dejarme en la tierra aullando cómo tú fiel licántropo...
¡Te diste cuenta que las estrellas brillan más que yo!
Y que tú mundo es más valioso que el mío.
Ahora solo te digo adiós luna blanca
Ahora digo adiós a la vida que poco duro
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Editado: 10.09.2023