50 Fragmentos de un Corazón

A-Meraki

Lo sé ¡Me está pegando en la cara mi error! Y ahora que lo pienso detenidamente fue tremendamente estúpido dejar pasar las olas en el océano de mi corazón sabiendo que no habrán más Brisas que sacudan mi calmado mar.
Debí ser más inteligente y robarle la comida al ave cuando ignoraba su presa. Debí ser más valiente y atreverme a volar sin alas, nadar sin aletas o buscar en la oscuridad sin un rayo de luz, pero decidí quedarme de brazos cruzados mientras alguien más audaz se robo mi corazón, despreciar tantos deseos ajenos de mi carné o tal vez de mi personalidad me llevo a este huevo frío de soledad, a mis escasos 20 años siento como el peso de la vida me acorrala en esta interminable pared de espinas la cual debo escalar para poder sentir un poco de tranquilidad.
No se cuantas veces pensé que era correcto desistir de mis deseos aparentando conocer la respuesta a tan anhelada pregunta, ver como las hojas caen de los árboles en otoño solo es un pequeño suspiro de mi interminable agonía de desespero y dolor.
Ahora supongo debo aprender de los errores aunque honestamente ya tenía que haberlo hecho ¿Que triste no? Ver como se derrumba todo a tu alrededor sin poder mover un dedo y ayudar a que no todo lo demás se destruya, tendré que estar más pendiente de las señales para evitar perder mis queridos tesoros aunque para ser honesto, deje que todo fluyera porque creí que nunca lo perdería.




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