Vida

Por todos aquellos recuerdos que se escaparon de nuestra mente, por esas veces que decidimos olvidar lo maravilloso por miedo a que se vuelva en nuestra contra y nos convierta en débiles... Porque eso somos, personas que olvidan y olvidan los buenos momentos una vez todo a acabado, individuos que cruzamos por nuestros pecados sin redención.
¿Por qué es tan difícil atesorar lo bello sin concecuencias? o el temor a que nos destruya... Que tal si en vez de seguir una línea recta miramos el tiempo como algo deforme lo cual no siempre va para delante sino que en breves momentos nos traerá nuestro pasado y cuando lo haga no negarlo sino alzar la cabeza y decir ¡Si! Yo fui aquella persona y cometí tantos errores pero ahora soy alguien mejor, alguien que no teme volverlos a repetir porque la vida no se basa en intentar algo diferente cada vez que fallas, se basa en intentar una y otra y otra vez hasta que el muro con el que te estrellas cada vez que equivocaste desaparezca dejando el camino libre. Porque no hay nada más hermosa que mirar el panorama y decirse a uno mismo ¡Tenía razón y seguiré por mí camino porque sé que es lo correcto! ¿Y qué más da si él lo contrario? Hay que disfrutar de los errores tanto como de los triunfos, es nuestro tiempo, nuestra vida y ganas de seguir en ella, nadie más vivirá por ti, nadie tomara tu lugar cuando todo esté de cabeza. Solo te tienes a ti ahora y para siempre, antes y después del mundo, del amor y obstáculo que quiera atravesarse.
Somos máquinas dispuestas a romper las montañas y atravesar océanos, todo está en nuestra mente y las metas que nos trazamos. Nadie puede detener un corazón a 100 por minuto y si alguien algún día puede no se lo permitas. Eres tú templo y tú decides si dejas entrar a alguien dañino así lo ames o esperas a aquel intruso que decore sus paredes.