Caja Amigable

Ver pasar tan campantes tus desprecios que ya son involuntarios se ha convertido en mi más odio pasatiempo.

Mi cabeza es como un tutifruti de emociones y aunque quisiera que todas fueran buenas no puedo evitar bajar la cabeza cuando elevas por encima de mi integridad de forma tan elegante en nulo amor que me tienes, el que camines tan elegante y superficial en frente de mis narices, doblar los ojos o fruncir el entrecejo. Todas maneras que tratan a máxima capacidad advertirme que me aleje de tu presencia…

Y es que es tan difícil atravesar tu hipocresía, pensar que piensas en mí y hables tan tierno a mi oído. No puedo evitar pensar que lo haces para mortificarme, encerrarme en esta caja amigable donde me recuerdas cada día de forma indirecta lo "perfecta" que eres mientras dejas bien en claro que jamás seré para ti… y no de la forma en que ya lo soy sino de la forma en que temo jamás lo seré y aunque me muera por serlo moriré en vano anhelando lo imposible.

Es tan hermoso sentir que estás en mi pero de forma contraria sufrir al pensar no estar en ti. Tienen razón al decir que hay destinos peores que la muerte y la muerte en vida tal vez sea uno de ellos tanto así como vivir por el objetivo equipo, sí, tú eres el error en esta ecuación y el no dejarme observar todo el plano hace que repita una y otra vez el procedimiento enredando mi ser cada vez más en tu telaraña.