Dulce avaricia

No quiero…

No quiero volver al pasado y encerrarme en mis errores, vivir de la agonía de ver como te alejas más y más de mis recuerdos sin saber cuándo volveré a pensarte, si tan solo supieras el dolor y lo que pesa tu ausencia no darás esas zancadas con tanta alegría. Si vieras cómo se desmorona la existencia prestarás más atención a la vida que te llevas y la muerte que te acompaña.

No sabes cuánto…

No sabes cuánto soñé con el momento de verte frente a mi descifrando la contraseña que sella la cerradura en mi pecho, que abrieras tus alas y subieras de donde tanto me cansé de caer. Velar por un futuro es la mentira más fuerte que he creado, seguir anhelando los deseos despedazan el aire que rodea mi aura.

los huracanes no bastan.

Tsunamis, terremotos y tempestades solo son una distracción en mi ansiosa mente, son las gotas que impactan el paraguas 

Nuestro paraguas… ese donde solíamos sobrellevar las tormentas de nuestras inseguridades… si, ahora lo recuerdo.

Fuiste tú vida mía quien se alejó de mí. Sabías que moriría apenas un segundo sin tu compañía y decidiste apartar la memoria que entrelazan nuestras manos en el puente sobre el abismo.

No puedo seguir mientras cada que quieres apuñalas mi mente eliminando los recuerdos que tanto me costó obtener… nunca estuve con avaricia, era feliz disfrutando el momento sin importar lo que perdía, solo era material que intercambiaba por felicidad, pero ahora sí. Ella es mi confidente, la avaricia me pide a gritos crear más momentos para atesorar en mis recuerdos

Por toda la eternidad.