51 Cartas Para Despedirse

CARTA #3

CARTA#3

Querido Tú:

Hace meses que no hablamos, no hablamos en mi cumpleaños y tampoco en el tuyo, no hablamos en navidad ni tampoco en pascua. Por un momento algo de mi dijo “está bien, lo superamos”, pero vi esa foto tuya en la playa, sonriente y feliz, y algo de mí se preguntó si en tus días felices te detienes a pensarme. Siento que me estoy curando a mí misma, pero para hacer eso estoy destrozando a la mujer que conociste hace años a la que nunca te dejo de amar y a la que le costaba tanto dejarte ir.

Soy yo esa persona, soy la persona que agoniza, pero también soy la que sonríe y sale siempre con sus amigos, soy la que piensa en otros hombres hasta que el viento la arrastra a ti, soy la persona que en silencio te pidió que no te fueras, aun cuando su boca decía que lo hicieras, soy la misma a la que ayudabas a cargar su mochila y a la que le hacías cosquillas en los pasillos.

Soy la que camino contigo, en aquella nevada inesperada. Pero si de verdad soy yo, tienes que saber que me refugie contigo solo por voluntad, porque no quise dejarte solo, no esperaba a nadie, nadie iría por mí en medio de la tormenta, solo vi el caos y a ti en medio de él comiendo unas papitas con salsa y quise quedarme con ese hombresillo torpe que comía mientras todos buscaban llegar a sus casas.

Tal vez ahí fue cuando conocí a tu madre. Eras su niño chiquito, aunque eras mayor que yo, te buscaba entre la gente porque quería que estuvieras a salvo y fueras a casa. ¿Recuerdas su rostro al verme? Creo que la alegría de encontrar a su hijo se desvaneció al verte conmigo, nunca fui una opción para ti, ella no me planeó en tu vida, sin embargo fue la que más peleó porque volviéramos a estar juntos.

Te vi alejarte con ella entre la nieve. Pero cuando vuelva a nevar, en la segunda nevada de nuestras vidas, me veras llegar a ti mientras comes papitas. Inundare tu mente como la inundo aquella adolecente, me veras aun con un cabello largo con que jugar, no importa como este en ese momento. Colgará de mi hombro una mochila de mezclilla, tendré las manos ocultas en mis mangas, pero correrán a ti mis sentimientos libres, esos que te ataron creando mil formas de coincidir.

Cuando vuelva a nevar, tu mamá me amará desde el primer copo de nieve que toque el suelo y tratara de aferrase más a mí. Pero cuando vuelva a nevar no estaré ahí contigo. Le pedirás disculpas por no haber peleado más por nosotros, pero tú y yo sabemos que aunque yo sufrí más fui quien menos peleó. Cuando vuelva a nevar recordaremos una danza en la nieve con la melodía del viento. Me aferrare al calor con el que envolviste mis manos y seguiré con mi vida.

Con nostalgia, “la chica en tus recuerdos”.



#20690 en Otros
#6081 en Relatos cortos
#1670 en No ficción

En el texto hay: cartas, desamor, despedidas sin rencuentro

Editado: 12.05.2022

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.