CARTA #11

Querido Tú:

He querido contarte algo hace tiempo, le he dado vueltas por meses pero debería ser el momento justo. Durante cuatro años no había nadie para mí fuera de ti, ningún hombre era lo suficientemente bueno como para compararse contigo. Ningún hombre era lo suficientemente atractivo, gracioso o inteligente para llamar mi atención. Durante cuatro años viví solo de ti, viví de los momentos en los que estuviste presente, viví también de aquellos en los que estuviste ausente. Llore, llore delante de gente que no me conocía. Llore muchas veces. Vi a personas extrañas acercándose a mí para preguntarme si estaba bien, escuché a personas tocar mi puerta cuando llore encerrada en el baño.

De repente un día alguien llamó mi atención, probablemente llevaba meses, quizá años rondando los mismos lugares que yo sin que lo notara. Un día en el súper, noté que alguien me miraba y era él. Su mirada me incomodo tanto, como cuando un profesor te señala en mitad de una clase y te pide respondas algo. Pero a partir de ese momento me topaba con él en cualquier lugar cerca de la universidad, como si me estuviera siguiendo. A menudo, cuando lo sentía caminar detrás de mí le dejaba pasar para aliviar mi incomodidad.

¿Recuerdas aquella gran empresa en la que siempre quise trabajar? Resulta que ahí también trabaja él. Me gustaría hablar con el directamente pero temó arruinar el encantó. Otras personas me han dicho que estudió una maestría en nuestra universidad, lo que significa que llegó al mismo tiempo que tú. He averiguado y es un año mayor que tú. Quisiera acercarme a él, pero tu fantasma me persigue. ¿Por qué tenías que huir?

Siempre me dije que tus labios serían los últimos que me besarían, que después de ti no habría nadie más. Maldigo aún el momento en el que me di cuenta que no volveríamos a estar juntos. Maldigo nuestro último beso porque no me advirtió que sería el ultimó, porque me supo a uno de tantos y me ilusiono con una eternidad besándote.

Me preguntó, ¿cómo me atreví a interesarme en alguien que no eres tú? ¿Cómo es que permití que alguien entrara en mi vida destrozada? ¿Cómo le hago para guardarte en mi corazón siempre? ¿Cómo le hago para que una luz te ilumine y vuelvas a mí antes de que me enamoré de alguien más? Si no vuelves, ¿Cómo le hago para vivir una vida sin remordimientos?

Si vuelves, te pido por favor que no lo hagas cuando me decida a amarlo a él o a cualquier otra persona a la que le permita entrar en mi vida. Si vuelves no te tardes tanto, porque si me doy la oportunidad de amar a alguien nuevo, aun así te ame más a ti, no retrocederé para dejar a nadie por volver a ti. Por esos te doy ahora la oportunidad de volver, pero si no vuelves seré feliz a lado de alguien nuevo, a lado de mi perro e incluso a lado de mi soledad.

Con dudas, yo.