6 De Enero

Capítulo 9.

Alejo.  

– Recuerda Alejo 15:30 hs. Reunión con CasaBlanca, luego 17:00hs tu madre quiere hablarte tienes 20 minutos… 

– Sabes que lo terminaré antes, no interesa.  

– No me importa. Aviso. 17:30hs pasa el chofer a recogerte de las oficinas, tienes la reunión con la ministra de Economía y Empresa la Sra. Adela Rosales a las 17:45hs. Y finalmente la fiesta benéfica 19:30hs en el museo del Prado.  

<< Por favor, mi cabeza explotará>>  

Aún no aterrizábamos en España y ya me dolía la cabeza con tan solo escuchar la agenda preparada de esta tarde.  La noche anterior no había dormido ni 5 horas y probablemente esta noche tampoco ya que no lo haré hasta salir de la bendita fiesta.  

Trataré de hacerlo lo más rápido posible, donaré, posaré para algunas revistas y veré de entablar una conversación no más de 5 minutos con algunas de las personas importantes que estarán presentes y luego por fin dormiré.  

Llevo diez años haciendo esto y aún no me acostumbro, realmente no es la vida que esperaba tener, pero según las circunstancias no tuve de otra. Me pregunto cómo mi padre lo supo manejar tan bien en todos sus años. Tras su muerte tan repentina mi vida cambió por completo, sabía que ese día llegaría, pero no esperaba que fuera tan pronto, había imaginado vivir más mis sueños antes de tomar el cargo en la empresa familiar.  

– Alejo me oyes? ¡Dios! Despierta y escúchame.  

– ¡Ya! Déjame descansar la mente 5 segundos.  

Sheryl era una buena persona, pero era aún peor que mi madre de agobiante. No, miento, nadie supera a Amalia O 'Kelly. Mi madre podría ser increíblemente persistente y es una especialista perforando cabezas, pero Sheryl estaba cerca.  

Ella ha sido mi asistente desde hace cinco años cuando reemplazó a la anterior quien había sido asistente de mi padre durante varios años y desempañaba un trabajo increíble, aunque Sheryl también era muy buena en lo suyo, su manera de trabajar y mantenerme alerta cada día me volvía un poco loco, pero de esas mujeres que no se le escapaba nada y eso es bueno.  

– Lo siento – me disculpo mientras la observo guardar sus carpetas en su bolso, en eso me percato de la Tablet encendida donde se veía una pintura ¿Era de eso de lo que hablaba? – No he dormido bien y tu no paras de hablar.  

– Para eso me pagas ¿No? – pregunta alzando una ceja rubia – No importa. Te decía, esta noche se expondrán algunas obras de las cuales 3 se subastarán y esas serán las mejores donaciones de la noche, claro habrá más. La idea es que adquieras una de ellas, esta – dice mostrándome la imagen de la Tablet.  

La reconocí en el momento sabía de qué obra se trataba y quien era el artista. “Magdalena Penitente” de José de Rivera ¡Wow! No tenía idea de que se encontraba en el Museo del Prado.  

– Bien, me gusta. Luego de adquirirla foto aquí y foto allá y me iré a dormir y no me dirás nada más porque no pienso hacer otra cosa.  

– Como quieras. Ahora aún nos falta 1 hora de vuelo ¿Quieres tomar algo? Me pediré un té.  

– Un café.  

– Ok. Ya vuelvo.  

 

 

– Buenas tardes, bienvenidos al Hotel Ritz de Madrid. ¿Tienen alguna reservación?  

– Buenas tardes. A nombre de O 'Kelly Company.  

El recepcionista del hotel quedó un tanto sorprendido observándome que mantuve en todo momento mi semblante frío y serio. Sabía que lograba intimidar a cualquiera y lo aprovechaba siempre que podía, había dejado atrás al joven alegre que rebozaba felicidad, alegría y hacia tonterías para divertirse. Ahora no tenía tiempo ni ganas para eso.  

– La suite presidencial para usted y otra suite para la dama, que tengan una maravillosa estadía que lo disfruten.  

– Gracias – Contesta Sheryl que me entrega la tarjeta/llave de la suite – Podrías poner menos cara de ogro, lo espantaste.  

– Lo sé, lo siento. ¿Cuánto tiempo tenemos?  

– Una hora y el chofer pasará por nosotros. 

– Ok. Te veo aquí dentro de una hora, antes no existo.  

Llevo 5 minutos parado como un idiota en el maldito vestíbulo del hotel, no tenía idea donde estaba Sheryl, tampoco porque no me había avisado que se retrasaría.  

– ¿Señor O 'Kelly? – Escucho a mi espalda.  

– José – Sonrío al ver al viejo amigo de mi padre, José fue su chofer por toda la vida y luego que falleció Carl, se mudó a Madrid cerca de su hija – ¿Cómo estás?  

– Muy bien ¿Y tú, niño? ¿Ya está listo para irnos? La señorita Sheryl dijo 15:15hs y bueno aquí estoy.  

– Bueno, no sé dónde está ella, llevo esperando 5 minutos.  

– ¡Aquí! ¡Aquí! – Escucho unos repiqueteos de tacones y una mano alzarse a todo lo que da mientras baja las escaleras.  

– Sheryl! ¿Qué te pasó? – pregunto viendo que se veía un poco alborotada siendo ella tan perfeccionista.  

– Me quedé dormida, lo lamento. ¿Cómo está José? ¡Un gusto verlo!  

– El gusto es mío señorita. Ahora vamos o llegará tarde.  

O 'Kelly Company no quedaba lejos del hotel unas 10 cuadras aproximadamente, bastante cerca por lo que pudimos llegar a tiempo. Igualmente, soy el dueño bien pueden esperarme, un poco egocéntrico de mi parte, pero la realidad es que siempre trato de ser responsable y en lo posible perfecto en lo laboral, exijo respeto, pero siempre brindo lo mismo.  

 

– Buenas tardes señor O 'Kelly, bienvenido a Madrid.  

– Muchas gracias ¿Ya se encuentran todos reunidos?  

– Si señor, la Junta directiva lo está esperando. El señor Casablanca está al teléfono por eso no lo recibe – Comenta la asistente de Andrés, es joven, pero parece eficiente.  

– Muy bien. Sheryl… - digo observándola mientras trata de ordenar un poco su alborotado cabello – Tráeme un café, por favor y para ti uno doble.  

– Muy gracioso – responde mientras me entrega unas carpetas. Por supuesto nadie más que yo la escuchó. Sonrío, vaya que estaría cansada como para dormir sin una alarma programada.  




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.