6 De Enero

Capítulo 16.

Alejo.

SAN CLEMENTE DEL TUJU – ARGENTINA. 

 

– Arami despierta – toco levemente su rostro, pero protesta – Ya estamos llegando. 

Sigue protestando y sonrío molestándola aún más repartiendo besos por todo su rostro. 

– Basta Alejo, no dejas me que despabile. 

– Abróchate el cinturón que descenderemos en cualquier momento. 

– Estoy tan emocionada por todo lo que está pasando. No espero a ver a Anabelle y abrazarla estoy tan feliz por ella. 

– Me imagino que de pequeñas se la pasaban soñando en cómo sería cuando se casaran. 

– No tienes idea – contesta soñadora. 

La veo feliz por nuestros amigos, pero también noto un dejo de melancolía en su voz y lo entiendo, ha pasado por mucho y sé que quizás tendría esos sentimientos porque querría estar en el lugar de Any y vivir esa felicidad que tanto habrá soñado. 

Lo cual hace que una muy absurda idea surja en mi cabeza, una idea por completo alocada pero segundo a segundo que lo pienso me convenzo que es lo correcto. Sé que necesitaré mucha ayuda para poder concretarla y sé que tendré a las personas correctas cerca quienes me ayudarán solo espero que esto la haga realmente feliz. 

– ¡Dios mío! ¡No lo creo, chicas! – Gritos y llantos se escucharon en toda la cuadra de tres amigas que vuelven a verse después de tantos años. 

– Chicas por favor compasión de nuestros oídos y de los vecinos. – dice Ezequiel quien nos recibía con una enorme sonrisa mientras bajábamos del auto. 

– Cállate Ezequiel, nos volvemos a ver después de 10 años y ¿quieres que no gritemos? 

– Amigo yo que tu no me metería con ella, ¿recuerdas? – dice Cony sonriendo. 

– ¡Dejavú! – grita Martin que viene saliendo de la casa. – Mira que trajo el viento. 

– ¡Amigo! – grito. 

– Y ahora quienes gritan – dicen las chicas al unísono. 

La felicidad que inundaba el lugar podía sentirse en el aire el reencuentro con nuestros amigos fue un momento esperado por muchos años y era algo que necesitábamos todos. 

– Chicos, quería presentarles a mis amigos Andrés Casablanca y Sheryl Black. 

Presento a mis nuevos amigos con mis viejos amigos quienes recibieron encantados a ambos permitiéndoles que se sintieran cómodos y aceptados. 

Una vez que las presentaciones y los gritos de alegría cesaron los chicos y yo supimos que perdimos a las mujeres ya que se enfrascaron a los preparativos de la boda, y no supimos más de ellas. Según Ezequiel el quincho se había vuelto el cuartel general de la novia y que nadie tenía permiso entrar, por los que al ver a las chicas dirigirse allí supimos que estábamos por nuestra cuenta. Es que faltaba solo 5 días, había mucho por organizar y sabíamos que debíamos ayudar. 

Pero aprovechando que las chicas estaban en su mundo decidí que mientras podíamos organizar nuestros propios planes ya que mi grandiosa y alocada idea aún persistía sabía que era el momento y las personas correctas. 

– Chicos necesito de la ayuda de todos, tengo una muy loca idea y no puedo hacerla sin que me den una mano. 

 

DIA DE LA BODA. 

Las mujeres de la casa estaban eufóricas terriblemente nerviosas daban gritos por doquier ultimando las cosas para el gran día que era hoy. Aunque faltaban aún algunas horas eso no hacia las cosas más fáciles para nadie ya que nosotros debíamos soportarlas a ellas más ahora que nos superaban en número, en la semana estuvieron llegando algunos familiares y la mayoría de ellos eran mujeres. 

Por fortuna todas ellas se congregaban en la casa del quincho y tanto la ceremonia como la recepción se llevarían a cabo en la playa que estaba detrás de la casa de mis amigos por lo que teníamos un margen de tranquilidad en la casa que lo utilizamos para nuestros propios planes. 

Planes que hasta el momento lo manteníamos muy bien en secreto de todas las mujeres, a la única que se lo tuve que comunicar fue a Any ya que debí pedirle permiso por digamos quitarle un poco del protagónico en su día. Por supuesto que dijo que sí aparte de lo inmensamente feliz que estaba por los dos. 

Estaba tan ansioso lo había organizado queriendo que todo fuera perfecto e inolvidable para ella. Había pensado en todo, el momento adecuado, el cómo, el discurso, la música todo y lo único que esperaba que también fuera perfecto era su respuesta. 

No dudaba del amor que sentía Arami por mi como sabe del amor que siento por ella, pero el comentario que me había hecho aún se reproducía en mi cabeza. No sabía lo que quería decirme con eso, pero el hecho de que catalogara nuestro amor de hace 10 años como un breve amor de verano y que básicamente nos estábamos volviendo a conocer y que se yo. En cierta forma era verdad, pero ¡Diablos! Ya la perdí una vez y no pienso volverlo a hacer, no lo toleraría. Quiero conocer a la mujer que es ahora como también quiero descubrir que cosas siguen siendo las mismas de hace 10 años, pero siempre y cuando esta mujer me permita estar a su lado y vea un futuro conmigo como yo lo veo con ella. 

 




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