El viaje

El viaje

"Como estará mi madre, ya la extraño, hace tanto que no hablo con ella... Mi madre tan protectora y pendiente de mi, y mi padre siempre consintiendo me en todo eran los mejores padres del mundo, al menos para mi. Como pudo pasar todo esto tan rápido estas cosas ya son extrañas, pero ni un solo centímetro de mi cuerpo siente miedo ni dolor,¿ algo me pasa? o solo es producto de mi pasado tan doloroso pero bueno, e de correr y esconderme el me quiere atrapar, el me quiere asustar, el me quiere... Asesinar"

En mi vida nunca había pasado algo emocionante, casi todo era una ruleta de cosas comunes como la gente normal; bueno eso era hasta ese día, donde me pasaron cosas que a ninguna otra persona le han ocurrido volviendo intacta y sin un rasguño, al menos, eso creo.

Todo empezó una mañana del verano de el año pasado, cuando por fin me había graduado de preparatoria con mi amiga Scarlett, mi madre a decidido enviarme a NewPort una de las ciudades mas prestigiosas de todo el país, yo muy emocionada acepte ya que podría estudiar geociencias en la universidad central; bueno es una de las universidades mas importantes, claro que estaría emocionada. Me mudaría de casa a un departamento que quedaba un poco lejos del colegio, me dolería pero era un sacrificio que debía hacer, lamentablemente tuve que ir en metro ya que lo gastos de la universidad no dejarían mucho dinero como para pagar el boleto de avión, mi amiga Scarlett al ver mi situación decidió acompañarme en metro y no ir en avión como los demás.

Mi amiga Scarlett tan bella y radiante con su cabello bonito, rubia y alta con un carisma excepcional siempre se quedaba con los mejores chicos, su novio Ronald era el capitán del equipo de fútbol en el colegio, era el chico mas musculoso que había en aquel lugar para mi amiga fue el mejor partido que se encontraba , estupendo conseguir de manera tan fácil a este chico un poco hueco, pero para ella perfecto.

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El viaje fue algo fatigador y largo, pasamos ocho horas en el subterráneo y otras tres en el tráfico, el tren estaba lleno pero gracias al carisma de mi amiga logramos abordar, es interesante como una gran sonrisa y un par de labio perfectos puedes hacer mucho, en fin, pasamos por dos ciudades, desgraciadamente no me pude sentar junto a Scarlett así que me senté al lado de un anciano de mal aspecto, este hombre apestaba, nunca en mis 18 años de vida había estado junto a un persona así, vestía un pantalón muy deteriorado y una camisa algo rota, supongo que era un hombre de la calle, de bajos recursos sin familia, se podía notar que se le dificultaba inhalar, con respiraciones lentas y un ronquido muy inquietante, en ocasiones el tren se detenía para abordar gente y otras veces por alguna extraña falla que tenia , ya comenzaba a irritarme un poco hasta el punto de querer salir de esa maquina, me estaba sofocando.

Ya no podía aguantar estaba muy nerviosa deseaba con ansia salir de ese lugar, muy agobiada camine hasta la puerta mas cercana esperando a llegar a mi destino, cuando en la siguiente estación escuche su nombre y rápidamente baje, mi amiga muy extrañada se levanto intentando salir, yo ya fuera me sentí mas tranquila, empecé a caminar , al estar de nuevo en la calle me logra dar cuenta que esa no era donde debía desbordar el tren, me toco preguntar como llegar a NewPort a personas que nunca había visto, que miedo, yo siempre tan tímida y callada era todo un reto para mi, pero debía llegar de alguna manera al departamento rentado.

Me dividí por preguntarle a un extraño que estaba al otro lado de la de la calle, parecía un chico agradable, llevaba puesto una chaqueta negra con pantalones ajustados, cabellos negro y gafas, blanco con manos muy finas.

- Disculpa sabes como llegar a esta dirección -

- Perdona, es que no tengo tiempo - Me respondió con indiferencia

- ay esta bien gracias - le respondí tímidamente

Al mirar atrás de mi se encontraba el anciano que estaba junto a mi sentado en una banqueta. ¿Sera que me esta siguiendo?

- Disculpe señor - Le dije con voz baja pero creo que no me escucho así que le repetí con la voz un poco mas fuerte y entonces despertó.
 

- Si , si dígame señorita en que puedo ayudarte - Para ser un hombre sucio y viejo fue muy amigable conmigo.

- ¿Podría decirme como llegar a NewPort? -

- Si claro, solo siga este camino...

De donde vengo no era bueno hablar con extraños ni para pedir indicaciones, gracias a este hombre logre aprender que la apariencia de una persona no define su corazón. Muy respetuoso me explicó como llegar, tenía que coger el bus de las 15:00, ya eran las 14:50 debí correr para tomarlo, sin más que decir me despedí de el y marche para allá, accidentalmente tropecé a una mujer con sus cosas del mercado y raspe mi brazo por un costado, aunque fue doloroso no la pude ayudar o perdería el bus, según este sale cada dos días y mañana comenzarán las clases no tenia nada de tiempo.

- Uno para NewPort por favor - Dije muy apresurada

- Si señorita son treinta y cinco con cincuenta -