Las personas que dominan sus finanzas saben que invierten bien o no invierten. Porque en las inversiones como en los negocios se gana y se pierde.
Cada día veo más gente que habla de inversiones, y eso es bueno. No sé si es por el entorno financiero y social en el que me muevo, o porque es un tema que cada vez le interesa a más gente.
Pero ojo, no hay que creer todo lo que se dice por ahí.
Vamos a empezar por lo más simple: ¿Por qué debería de invertir mi dinero?
La respuesta: la inflación.
La inflación es lo que los economistas definen como “el aumento generalizado y sostenido de los precios”.
¿Qué genera esto? El dinero “pierde valor con el paso del tiempo”. Si la inflación es de un 10% anual, hoy un pan me cuesta $10 y el año que viene me va a costar $11.
Si yo tengo $20 hoy y quiero en dos años comprar 2 panes, este año lo voy a comprar sin problemas (me va a costar $10) pero el año que viene no, porque va a subir a $11 y yo guardé solo $10 del año pasado.
Entonces: ¿Por qué tendría que invertir? Para no perder capacidad de compra.
Siguiendo con el ejemplo, si yo coloco mis $10 a una tasa del 10% anual (igual que la inflación), al año siguiente voy a tener $11 y voy a poder comprar el pan.
Entonces:
La inflación varía. Hay países y años donde la inflación es del 4% anual y hay países con hiper inflación, donde la inflación llega al 100% anual.
También hay diferentes rentabilidades en distintas opciones de inversión. Hay inversiones que dejan un 1% anual y hay otras que dejan un 150% anual.
Y por eso ahora nos metemos de lleno en las inversiones
Conceptos clave: riesgo y rentabilidad
Lo primero que tenemos que saber cuándo invertimos son estos dos conceptos:
Tipos de inversiones: con y sin trabajo.
Para seguir avanzando con las inversiones, vamos a clasificarlas en dos tipos:
Elementos de las inversiones.
Antes de hacer cualquier inversión, hay 5 elementos que tengo que considerar:
Invertir en algo que te guste y te interese.
Para muchas personas invertir es “colocar” el dinero en algo y esperar a cobrar la rentabilidad.
Pero déjenme decirles que es lo peor que pueden hacer.
Imaginen que invierten en acciones de una empresa y los llama su corredor de bolsa para decirles que este año esa empresa no pagará dividendos.
¿Qué harán?
¿Van a googlear “que sucede cuando una empresa no paga dividendos”?
Imaginen que compran un inmueble para alquilar, pero al mes lo llaman sus inquilinos que no les van a pagar más el alquiler.
¿Qué van a hacer?
En cualquier inversión hay que formarse y ocuparse.
Un negocio que es bueno para invertir hoy puede no serlo mañana.
En cualquier cosa que inviertan van a tener que estar al tanto de las novedades, de las tendencias y de lo que pasa en el mercado.
Entonces: nada mejor que buscar algo que te guste y te interese para invertir.
En el libro “Conecta con el dinero” de Brian Tracy, el autor dice que “en general, los inversionistas más exitosos son los que eligen una industria en particular y se concentran en aprender todo sobre las empresas de la misma. Elige una industria que te interese para mantenerte al día”.
Invertir en vos mismo: la historia de Pablo Fraga.
Hace algunos años se acercó un amigo mío y me dijo “Agus, tengo unos pesos ahorrados: ¿En qué puedo invertir?”
Le pregunté: “¿Que te gusta hacer?”
Y el me respondió: “Me gusta mucho escribir. Escribí varios libros. Mi sueño es vivir de vender mis libros”
Y ahí, automáticamente le respondí: “Invertí en vos mismo. Lleva tus libros a una imprenta y salí a venderlos”.
Y eso fue lo que hizo Pablo.
Cada tanto nos vemos con Pablo, almorzamos algunas veces al año y sé que sigue vendiendo sus libros.
Creo que no es millonario, pero sé que está feliz.
Invertir bien: comprar barato y vender caro.
Si pensamos en negocios y lo simplificamos al máximo, la mayoría de las empresas deberían “comprar barato y vender caro”.
La diferencia entre el precio de compra y el precio de venta sería su rentabilidad.
Pero hay algo que es claro: es muy difícil vender algo por un valor mayor al de mercado.
Hoy por hoy en Amazon, Mercado Libre o Google Shopping está el precio de todo y a un clic de distancia.